
Actively Validated Services (AVS) son servicios modulares diseñados sobre el restaking de Ethereum. Dependen de operadores independientes que ejecutan tareas específicas y reciben penalizaciones si fallan o actúan de forma maliciosa. AVS aprovecha la seguridad económica de Ethereum para nuevos protocolos, facilitando el despliegue ágil y seguro de soluciones como data availability, puentes cross-chain y oráculos.
Para el usuario, AVS funciona como un “equipo de seguridad compartido”: las nuevas aplicaciones no necesitan crear una red de seguridad desde cero, sino que regulan el comportamiento de los operadores mediante reglas y penalizaciones predefinidas. El restaking es el mecanismo que posibilita esta seguridad compartida.
El principio fundamental de AVS es reutilizar la seguridad económica de Ethereum mediante restaking para nuevos servicios, aplicando penalizaciones programables a los operadores. El restaking consiste en “utilizar el mismo colateral para garantizar varios compromisos”, por ejemplo, bloqueando de nuevo tus tokens en staking para respaldar distintos servicios.
En EigenLayer, cada AVS establece sus propias reglas de tareas y penalizaciones. Si los operadores envían resultados incorrectos, se desconectan o incumplen plazos, el smart contract puede ejecutar “slashing” (deducción de colateral), anticipando costes de seguridad y monetizando las consecuencias del mal desempeño.
AVS implica varios roles:
AVS puede aplicarse en múltiples escenarios, proporcionando “seguridad compartida” para tareas especializadas:
Usuarios habituales: la participación en AVS suele requerir restaking:
Desarrolladores: el proceso básico para crear un AVS es:
Operadores: la participación implica:
Las principales diferencias entre AVS y la validación tradicional se encuentran en los “tipos de tarea y límites de penalización”. La validación tradicional se centra en el consenso y la producción de bloques; AVS ejecuta tareas especializadas como almacenamiento de datos, verificación cross-chain o feeds de precios.
En cuanto a la seguridad, los validadores tradicionales dependen del staking o minería de una sola cadena; AVS utiliza la seguridad económica de Ethereum mediante restaking en varios servicios. Las penalizaciones en AVS son más personalizables y se adaptan al desempeño de cada tarea, no solo a acciones de consenso.
AVS conlleva riesgos financieros y técnicos que requieren atención:
El ecosistema AVS ha crecido de forma notable en 2024. Varios servicios de data availability, cross-chain y oráculos han alcanzado fases de testnet o mainnet inicial. Según datos públicos (fuente: DefiLlama, octubre de 2024), el TVL en protocolos de restaking supera varios miles de millones de dólares, reflejando una demanda sólida de seguridad compartida.
Técnicamente, el ecosistema mejora la gestión de operadores, herramientas de arbitraje y monitorización, integrando más tareas en marcos programables de penalización. Para los usuarios, los puntos de entrada y opciones de activos en restaking se amplían junto a esfuerzos para hacer más transparentes las estructuras de incentivos y puntos.
Se prevé que AVS se integre con blockchains modulares, extendiendo la seguridad compartida a secuenciación, data availability, interacciones cross-chain y computación privada. Surgirán interfaces más estandarizadas de penalización y arbitraje, reduciendo la complejidad técnica y operativa.
En activos, el soporte multi-asset para restaking y modelos de recompensa flexibles serán habituales, favoreciendo la participación y la diversificación del riesgo. En gobernanza, comunidades y proveedores reforzarán la transparencia y auditoría para crear estructuras sostenibles de seguridad e incentivos.
Actively Validated Services (AVS) amplían la seguridad económica de Ethereum mediante restaking para tareas especializadas ejecutadas por operadores sujetos a penalizaciones programables. Reducen el coste de seguridad para nuevos protocolos y son idóneos para data availability, puentes cross-chain y oráculos. Es fundamental comprender las reglas y riesgos asociados, elegir el enfoque según el rol y capacidad, y monitorizar el ecosistema para participar de forma responsable en este entorno dinámico.
AVS permite a los validadores elegir activamente qué servicios validar, en vez de validar pasivamente una sola cadena. Los validadores tradicionales están sujetos a las reglas de una blockchain; los de AVS pueden seleccionar entre varias aplicaciones con incentivos personalizados. Esto transforma la validación de “portero pasivo” a “proveedor activo de servicios”.
Sí, aunque normalmente se requiere hacer staking de tokens como colateral. Los requisitos varían según el AVS, desde miles hasta millones de tokens. Es clave conocer el modelo de riesgo y las penalizaciones (por ejemplo, slashing por actividad maliciosa). Investiga el historial del proyecto en plataformas como Gate antes de participar.
AVS crea un mercado para servicios de validación, con incentivos más flexibles y mayor eficiencia. Permite que nuevas blockchains o aplicaciones reutilicen validadores existentes en vez de construir redes de validación desde cero. A largo plazo, AVS puede convertir la validación en una capa de infraestructura independiente, similar a IaaS en la computación en la nube.
Sí, si tu validación es incorrecta o actúas de forma maliciosa, tu stake puede ser slasheado parcial o totalmente. Los riesgos incluyen fallos de software, inactividad, firma de transacciones maliciosas o colusión. Evalúa tu capacidad técnica y tolerancia al riesgo antes de participar; empieza con cantidades pequeñas si es necesario.
EigenLayer es la plataforma principal para AVS, donde los validadores se registran para AVS dentro de su ecosistema. En resumen, EigenLayer es la “infraestructura” y AVS son las “aplicaciones” que se construyen sobre ella. A través de EigenLayer, los activos en staking pueden asegurar varios AVS simultáneamente, optimizando la eficiencia del capital.


