
El circulating supply de Bitcoin es el número total de bitcoins actualmente disponibles para operar en el mercado abierto.
Esta métrica responde a la pregunta: “¿Cuántos bitcoins se pueden comprar y vender en este momento?” Es un dato fundamental que utilizan las plataformas de información de mercado para calcular la capitalización de mercado de Bitcoin. En el caso de Bitcoin, el circulating supply suele estar muy próximo al total de monedas minadas, descontando las que han sido destruidas de forma verificable o bloqueadas por el propio protocolo. El cálculo exacto puede variar según el proveedor de datos: algunos consideran todas las monedas antiguas que no se han movido en años, mientras que otros intentan estimar un suministro más “líquido”.
El circulating supply influye directamente en el cálculo de la capitalización de mercado y en la percepción de escasez.
En los exchanges y portales de datos de mercado, la capitalización de mercado se muestra como “Precio × Circulating Supply”. Si el precio permanece constante, un circulating supply mayor implica una capitalización de mercado más alta; si la capitalización es fija, un circulating supply menor puede significar un precio más elevado por moneda. Comprender esta relación permite a los inversores contextualizar los movimientos de precio y la magnitud del proyecto.
Además, aporta información sobre cómo los cambios en la oferta pueden afectar al precio. Por ejemplo, tras un halving, la emisión de nuevos bitcoins se ralentiza, el crecimiento del circulating supply se reduce a corto plazo y la presión vendedora de los mineros disminuye. Si la demanda aumenta a la vez, la diferencia entre oferta y demanda se acentúa.
El circulating supply aumenta gradualmente a medida que se minan nuevos bitcoins, siguiendo las reglas estrictas del protocolo.
Bitcoin distribuye nuevas monedas mediante las “block rewards”: los mineros reciben bitcoins recién generados al validar bloques. Aproximadamente cada cuatro años, un evento de “halving” reduce a la mitad la recompensa por bloque. Tras el halving de 2024, la recompensa es de 3,125 BTC por bloque y, con unos 144 bloques diarios, entran en circulación alrededor de 450 bitcoins nuevos cada día.
La fórmula más habitual es: Circulating Supply ≈ Total Minado − Monedas Quemadas Verificables − Monedas Bloqueadas por Protocolo. Como Bitcoin prácticamente no tiene bloqueos de tokens a nivel de protocolo, el circulating supply suele coincidir casi con el total minado. Los bitcoins vinculados a claves privadas perdidas, sobre todo en los primeros años, siguen contándose en el circulating supply en la mayoría de plataformas, ya que no se puede demostrar que sean inaccesibles para siempre.
Algunos proveedores de datos muestran métricas derivadas como el “active supply”, que mide las monedas movidas en un periodo concreto. Esto ayuda a identificar cuántos bitcoins están realmente en movimiento en el mercado, aunque no es la definición estándar de circulating supply.
La principal repercusión está en cómo se muestra, pondera y analiza la capitalización de mercado.
En las páginas de listado de exchanges para Bitcoin, suelen figurar juntos el precio, el circulating supply y la capitalización de mercado. Los inversores emplean estos datos para comparar el tamaño de los activos y su potencial de crecimiento. En índices o ETF, el circulating supply suele determinar la ponderación del activo o los criterios de información regulatoria.
En entornos de DeFi y cross-chain, activos como WBTC monitorizan tanto el BTC nativo bajo custodia como el WBTC emitido en circulación. Aunque WBTC no modifica el circulating supply total de la red Bitcoin, sí afecta a la liquidez disponible en distintas blockchains.
Los analistas on-chain pueden combinar circulating supply con “active supply” o “long-term holder share” para analizar fenómenos como la “contracción de la oferta”. Por ejemplo, si aumenta el porcentaje de bitcoins que no se han movido en mucho tiempo, hay menos monedas realmente disponibles para operar, lo que hace que el precio sea más sensible si la demanda se mantiene estable.
Paso 1: Accede a Gate y busca “BTC”. Ingresa en la página de trading spot o en los detalles del activo de Bitcoin.
Paso 2: En la sección de información del activo, localiza campos como “Circulating Supply”, “Total Supply” y “Market Cap”. Ahí suele explicarse el circulating supply actual y su método de cálculo.
Paso 3: Utiliza la fórmula “Market Cap = Price × Circulating Supply” para estimar rápidamente la dimensión del proyecto. Por ejemplo, al observar oscilaciones de precio, compáralas con los cambios en el circulating supply para ver si la capitalización de mercado evoluciona conforme al volumen de negociación, en vez de centrarte solo en el precio por moneda.
Paso 4: Analiza la tendencia de emisión para anticipar presión vendedora. Tras el halving de 2024, se minan unos 450 bitcoins nuevos al día, más de 160 000 al año. Comparar esto con los flujos netos hacia exchanges o la acumulación en ETF puede ayudarte a valorar si la oferta y la demanda a corto plazo están desbalanceadas.
Paso 5: Contrasta las fuentes de datos. Compara las cifras de Gate con las de otras plataformas de referencia (como CoinGecko o CoinMarketCap) para entender posibles diferencias metodológicas antes de tomar decisiones.
La tasa de crecimiento del circulating supply está en mínimos históricos y el aumento es muy lento.
A diciembre de 2025, la mayoría de plataformas líderes reportan un circulating supply de Bitcoin cercano a los 19,7 millones de monedas (con variaciones de decenas de miles según el método de cálculo). Tras el halving de 2024, solo se crearán unos 164 250 bitcoins nuevos en todo 2025 (3,125 BTC/bloque × ~144 bloques/día × 365 días), lo que supone una tasa de crecimiento anual de aproximadamente el 0,8 %.
En contexto: en 2024, como la recompensa por bloque fue de 6,25 BTC en la primera mitad y de 3,125 BTC en la segunda, la nueva oferta anual rondó las 210 000–220 000 monedas, por lo que este año el crecimiento es aún más lento.
Si analizamos los patrones de tenencia, estadísticas on-chain de 2025 muestran que entre el 60 % y el 70 % de los bitcoins no se han movido en al menos un año, por lo que la proporción de monedas “activas” es baja. Esto refuerza la percepción de escasez de las monedas negociables.
En cuanto a flujos de capital, informes agregados del tercer trimestre de 2025 indican que los ETF de Bitcoin spot listados en EE. UU. reúnen entre 800 000 y 1 millón de BTC. Aunque estas tenencias cuentan en el circulating supply total, en la práctica reducen las monedas libremente negociables en los mercados secundarios por el efecto de “crowding out”.
Estas métricas tienen definiciones y aplicaciones distintas:
Algunos errores frecuentes son: excluir todas las monedas perdidas del circulating supply (la mayoría de fuentes no lo hace por la incertidumbre); pensar que un circulating supply alto siempre es bajista (hay que valorar precio y capitalización de mercado juntos); o confundir “total supply” con “circulating supply” (el primero es el límite, el segundo es el número actual).
Sí. El circulating supply es un factor clave en la formación del precio de Bitcoin. Si el circulating supply disminuye y la demanda se mantiene, el precio suele subir; si el circulating supply aumenta sin una demanda equivalente, el precio puede bajar. Por ejemplo, cada cuatro años, cuando Bitcoin reduce a la mitad las recompensas por bloque, la emisión de nuevas monedas se ralentiza, lo que históricamente eleva las expectativas de precio. Analizar los cambios en el circulating supply ayuda a entender las causas profundas de la volatilidad del precio.
Puedes consultar el circulating supply de Bitcoin en tiempo real en las principales plataformas cripto como Gate. También puedes utilizar sitios especializados en análisis on-chain (como CoinMarketCap o Glassnode) para acceder a datos históricos y gráficos detallados. Estas herramientas suelen mostrar el circulating supply junto al total supply y el precio, facilitando la toma de decisiones de inversión.
El circulating supply de Bitcoin aumenta con el tiempo porque se generan nuevos bitcoins mediante la minería. Según el protocolo, cada bloque produce una cantidad concreta de nuevas monedas como recompensa para los mineros; esa cantidad se reduce a la mitad cada cuatro años, hasta alcanzar el límite de 21 millones alrededor del año 2140. Este mecanismo de emisión gradual garantiza la escasez y el carácter deflacionario que hacen de Bitcoin un activo resistente a la inflación.
Comprender el circulating supply te permite evaluar la escasez de Bitcoin y su potencial de valor a largo plazo. A medida que el circulating supply se acerca al total supply, la emisión se ralentiza y la escasez aumenta. Si combinas la capitalización de mercado y el circulating supply (capitalización ÷ circulating supply), puedes estimar el coste medio por moneda, lo que ayuda a valorar si el precio es razonable. Es una referencia relevante a la hora de definir estrategias de inversión.
No. El circulating supply incluye todos los bitcoins minados que, en teoría, pueden negociarse, sin distinguir si se usan activamente, están en cold storage wallets o se han perdido de forma definitiva por fallos técnicos. Por tanto, aunque haya grandes cantidades de bitcoins perdidos o almacenados a largo plazo fuera de línea, las estadísticas oficiales no varían. Por eso, algunas instituciones de análisis ofrecen la métrica de “active supply” para reflejar solo las monedas realmente involucradas en transacciones.


