
Una Central Bank Digital Currency (CBDC) es la versión digital de la moneda fiduciaria de un país, emitida directamente por su banco central. Su valor equivale al dinero legal local y puede utilizarse tanto para pagos cotidianos como para liquidaciones entre bancos. A diferencia de las criptomonedas, que están sujetas a la volatilidad del mercado, una CBDC actúa como una forma electrónica de efectivo y opera en redes de pago reguladas.
Las CBDC pueden transformar los pagos diarios, las liquidaciones internacionales y la integración regulatoria.
Para los usuarios particulares, las CBDC permiten pagar el transporte, recibos de servicios y recibir subsidios estatales, ofreciendo transacciones rápidas y comisiones bajas. Para los comercios, los pagos se confirman más rápido, las liquidaciones son trazables y los costes de conciliación bajan. Para exchanges y proveedores de wallets, las CBDC abren nuevos canales de entrada y salida para depósitos y retiradas de fiat, afectando procesos de cumplimiento y modelos de gestión de riesgos.
Las CBDC suelen operar bajo una estructura de dos niveles: emisión por el banco central y gestión institucional.
En este modelo, el banco central se encarga de la emisión ("minting") y del mantenimiento del libro mayor principal, mientras que los bancos comerciales o entidades de pago autorizadas ofrecen wallets al público, atención al cliente y cumplimiento normativo. Así se preserva la credibilidad del banco central sin sustituir los servicios bancarios comerciales.
Las CBDC minoristas están pensadas para el público general y facilitan las operaciones cotidianas. Las mayoristas se destinan a bancos y mercados financieros para liquidaciones de gran volumen y transacciones internacionales. Ambas las emite el banco central, pero difieren en usuarios objetivo y en la escala de las operaciones.
Las wallets escalonadas son habituales. Según el nivel de verificación de identidad, ofrecen distintos límites y funciones: las wallets básicas, solo vinculadas al número móvil, permiten pagos pequeños; las avanzadas, con KYC más estricto, permiten transferencias de mayor importe y funciones internacionales. La verificación de identidad (KYC) suele ser necesaria al abrir o actualizar una wallet.
Algunas implementaciones admiten pagos offline y pagos programables. Los pagos offline permiten transacciones pequeñas en zonas de baja conectividad mediante dispositivos móviles o tarjetas hardware. Los pagos programables posibilitan transferencias condicionadas, como “división automática al recibir” o “deducción automática en fecha de vencimiento”—ideales para nóminas, recaudación de impuestos o subsidios dirigidos.
Las CBDC intervienen principalmente en rampas fiat, auditorías de cumplimiento y liquidaciones fuera de la blockchain.
En los canales fiat de exchanges: Cuando un país integra la CBDC en su sistema bancario, los usuarios depositan fondos desde sus wallets locales de CBDC. Los fondos se liquidan al instante en la plataforma, permitiendo comprar activos como USDT. Como las CBDC representan moneda nacional, no hay riesgo de volatilidad de precio y la confirmación de la transacción suele ser casi instantánea.
Un proceso estándar en Gate (si el país lo permite):
Paso 1: Completa la verificación de identidad y la evaluación de riesgos en Gate para acceder al canal fiat.
Paso 2: Accede a la página de depósito fiat, selecciona la opción CBDC correspondiente y vincula tu wallet oficial de CBDC o la wallet de tu banco.
Paso 3: Inicia el depósito; la CBDC se liquida de inmediato en el sistema local. Una vez acreditados los fondos, realiza órdenes spot para adquirir los criptoactivos deseados.
Paso 4: Para retiradas, selecciona transferir fondos a tu wallet de CBDC. Respeta los límites locales y las normas de supervisión: los retiros pequeños pueden liquidarse al instante; los mayores pueden requerir controles de cumplimiento.
Ecosistema on-chain: Las redes de CBDC suelen ser permissioned y no se conectan directamente con blockchains públicas ni plataformas DeFi. Para interactuar con activos on-chain, custodios regulados o bancos actúan como “puentes”, combinando liquidación fuera de la blockchain y entrega on-chain.
En cumplimiento: Como las transacciones de CBDC son auditables, los exchanges pueden aplicar medidas de anti-money laundering y monitorizar operaciones sospechosas de forma más eficaz. Las rutas de retirada son más transparentes, facilitando el cumplimiento normativo local.
Elige el tipo de wallet adecuado, autoriza con cautela y protege tus dispositivos.
Primero, infórmate sobre la política de wallets escalonadas de tu país. Utiliza una wallet básica para pagos pequeños y así limitar la exposición de datos; actualiza a una avanzada solo si necesitas límites superiores o funciones internacionales.
Opta por wallets oficiales o de entidades autorizadas y desactiva la recopilación innecesaria de perfiles de transacción o datos de marketing. En los pagos, escoge permisos “solo para esta operación” y evita conceder acceso a datos como ubicación o contactos.
Protege la seguridad de tus dispositivos y redes. Mantén actualizado el sistema operativo y las apps de wallet, evita transferencias grandes en Wi-Fi público y activa la autenticación en dos pasos para reforzar la protección ante accesos no autorizados.
Ten en cuenta los límites y la trazabilidad de las transacciones. Como las operaciones con CBDC son auditables, no intentes eludir las reglas mediante divisiones frecuentes, horarios inusuales o transferencias entre regiones—estas acciones pueden activar controles de riesgo o afectar tu cuenta.
El impulso global se ha acelerado en 2024, con más pilotos en marcha.
Según encuestas públicas de 2024, alrededor del 94 % de los bancos centrales investigan o prueban CBDC, y más de la mitad planean avanzar en proyectos minoristas o mayoristas en los próximos años. Esto marca el inicio de una expansión de pilotos este año.
Para el cuarto trimestre de 2025, datos agregados de trackers externos y bancos centrales muestran que más de 130 economías exploran CBDC en todo el mundo, con unas 20 en fase piloto. Las CBDC minoristas se han lanzado públicamente en países como Bahamas (Sand Dollar), Nigeria (eNaira), Jamaica (JAM-DEX) y la Eastern Caribbean Currency Union (DCash).
En los casos de uso internacional para 2024–2025, los pilotos de CBDC mayorista siguen creciendo, con más de cinco bancos centrales en proyectos regionales centrados en liquidación interbancaria en tiempo real y pagos internacionales más rápidos. La mayoría de los pilotos abordan escenarios como liquidación comercial, custodia de valores y “delivery versus payment” para liquidación instantánea en FX.
Las aplicaciones minoristas también han crecido en el último año. El transporte público, los pagos de servicios y la distribución de subsidios estatales son ya casos habituales de CBDC, con pagos pequeños que se confirman al instante y tienen comisiones bajas. Algunas ciudades prueban micropagos offline para mejorar la inclusión financiera.
Ambos están vinculados a monedas fiduciarias, pero difieren en su naturaleza, estructura de red y gobernanza.
Emisor: Las CBDC las emiten y canjean bancos centrales; los stablecoins suelen ser emitidos por empresas privadas respaldadas por depósitos bancarios o bonos estatales.
Acceso a la red: Las CBDC operan en redes permissioned que requieren aprobación regulatoria; los stablecoins circulan libremente en blockchains públicas donde cualquiera puede poseerlos o transferirlos.
Riesgo y garantías: Las CBDC representan directamente el crédito del banco central—1:1 con la moneda local y sin volatilidad de precio. La estabilidad de los stablecoins depende de la calidad y transparencia de sus reservas; los riesgos incluyen desanclaje o liquidación.
Casos de uso: Las CBDC son ideales para pagos públicos, recaudación de impuestos, ayudas sociales y liquidación interbancaria; los stablecoins destacan en trading on-chain, provisión de liquidez en DeFi y transferencias entre cadenas. En exchanges, ambos sirven como rampas fiat o medios de trading, pero deben cumplir la normativa local.
No. Una CBDC es dinero digital de curso legal emitido por un banco central. Aunque ambas existen en formato digital, la CBDC está controlada y respaldada directamente por el gobierno y tiene estatus legal oficial. Las criptomonedas funcionan sobre blockchain y son gestionadas por comunidades descentralizadas, sin control gubernamental único. En resumen: la CBDC es dinero digital oficial; la criptomoneda es un activo digital privado.
Una CBDC te permite poseer activos del banco central directamente—es como efectivo digital—y realizar transferencias más rápidas y económicas. Reduce la dependencia de los bancos comerciales para la custodia de fondos. En algunos casos, permite pagos offline y remesas internacionales optimizadas para simplificar las transacciones diarias y transferencias globales.
No del todo. CBDC y criptomonedas cumplen funciones diferentes: las CBDC ofrecen pagos seguros y estables bajo regulación estatal; las criptomonedas priorizan la descentralización y la autosoberanía de los activos—útil para evitar censura o mover fondos globalmente sin restricciones. Ambas pueden coexistir a largo plazo: las CBDC se centran en pagos; las criptomonedas mantienen su valor único en inversión y autonomía.
El ritmo depende de la base tecnológica, el marco regulatorio y las prioridades estratégicas. Los países desarrollados equilibran privacidad y regulación y avanzan con cautela; algunos países en desarrollo progresan rápido por su limitada infraestructura financiera, buscando ampliar el acceso mediante CBDC. China ha avanzado rápidamente; economías pequeñas como Singapur muestran avances notables; países como EE. UU. siguen en fase de evaluación, analizando impactos a largo plazo.
La mayoría de las CBDC están en fase piloto o previa al lanzamiento. Puedes informarte sobre los planes de tu país en plataformas como Gate. Familiarízate con los conceptos y procedimientos básicos. Cuando tu país lance oficialmente la CBDC, descarga la app oficial y realiza la verificación de identidad—no se requieren grandes cambios técnicos. Su uso será tan sencillo como los pagos móviles actuales.


