
Un cosignatario es una persona que firma un contrato de préstamo junto al prestatario principal, asumiendo la misma responsabilidad legal en la devolución del préstamo. Si el prestatario incumple o deja de pagar, el prestamista puede reclamar directamente al cosignatario las cantidades pendientes.
Piense en ello como la “regla de todos viajan juntos, todos compran billete”: ser cosignatario implica mucho más que añadir una firma, supone asumir conjuntamente la obligación financiera. Este acuerdo es habitual en préstamos estudiantiles, depósitos de alquiler, cuentas secundarias de tarjetas de crédito o solicitudes de cuentas bancarias empresariales, ya que proporciona a los prestamistas mayor control del riesgo y facilita los procesos de aprobación.
Principalmente, se requiere un cosignatario para reducir el riesgo de la operación o complementar el historial crediticio del prestatario. Cuando la puntuación crediticia del solicitante es insuficiente (como tener pocas o bajas calificaciones en la escuela), los bancos buscan a alguien con un perfil crediticio más sólido y estable que comparta la responsabilidad.
Los prestatarios en fases iniciales, como estudiantes, nuevos inmigrantes o startups, suelen tener un historial crediticio limitado, ingresos inestables o niveles elevados de deuda. Incluir un cosignatario puede facilitar la aprobación e incluso aumentar los límites del préstamo. Según un análisis de 2023 de la Consumer Financial Protection Bureau (CFPB), los cosignatarios han desempeñado un papel clave en la financiación privada de estudiantes; en 2025, esta tendencia sigue siendo común entre los proveedores de financiación educativa.
El cosignatario asume una “responsabilidad solidaria”, lo que significa que legalmente se le considera tan responsable del pago como al prestatario principal. Si se producen impagos, el cosignatario puede enfrentarse a gestiones de cobro, demandas judiciales y efectos negativos en su informe crediticio.
En el ámbito crediticio, cualquier retraso en el pago se registra en el historial del cosignatario, afectando a futuras solicitudes de hipotecas, préstamos para automóviles o tarjetas de crédito. Un mayor ratio deuda/ingresos también reduce la probabilidad de obtener nuevos préstamos. Si el contrato incluye cláusulas de garantía o colateral, los activos relacionados pueden ser prioritarios en la recuperación. A nivel personal, el estrés financiero y la falta de comunicación pueden deteriorar la relación y la confianza entre familiares o socios de negocio.
La diferencia principal radica en cuándo y cómo se activa su obligación. Un cosignatario es un “prestatario conjunto”, con responsabilidad desde el primer día del contrato. Un garante suele ser un “pagador de respaldo”, cuya obligación solo se activa si el prestatario principal incumple.
En la práctica, muchos contratos refuerzan la obligación del garante con cláusulas de “garantía solidaria”, equiparando su responsabilidad a la del cosignatario en caso de impago. Sin embargo, pueden existir diferencias en el diseño contractual, la atribución en informes crediticios y la información proporcionada. Antes de firmar, verifique cuidadosamente si figura como “prestatario conjunto” o “garante”, y revise la existencia de cláusulas de “responsabilidad solidaria”.
Contar con un cosignatario suele traducirse en condiciones más favorables: tipos de interés más bajos, límites más altos o plazos de devolución más largos. Esto se debe a que la evaluación del riesgo considera la solvencia, los ingresos y las deudas de ambas partes; un menor riesgo suele conllevar mejores condiciones.
No obstante, la mejora no está garantizada. Algunos prestamistas utilizan el perfil del solicitante más débil para fijar las condiciones, o aplican ponderaciones mixtas. Si el crédito del cosignatario no es suficientemente fuerte, los beneficios pueden ser limitados. Además, un límite de préstamo más alto implica un mayor riesgo potencial para el cosignatario, por lo que es fundamental valorar cuidadosamente la capacidad de pago.
En Web3, el mecanismo más similar a la cosignatura es la “billetera multifirma” (multisig), que requiere la aprobación de varias partes para ejecutar una transacción. Las billeteras multifirma funcionan bajo un esquema “M-de-N”; por ejemplo, en un “2-de-3”, dos de las tres claves privadas deben firmar para que se transfieran los fondos.
Un ejemplo práctico es Gnosis Safe: muchas DAO (Decentralized Autonomous Organizations) lo utilizan para la gestión de tesorería. Las propuestas se presentan y deben ser aprobadas por varios firmantes antes de realizar transferencias on-chain. A diferencia de los cosignatarios tradicionales, las billeteras multifirma se centran en el “control de autorización”: los firmantes no comparten la deuda, sino que supervisan conjuntamente la ejecución de pagos.
Cuando los equipos transfieren fondos de on-chain a un exchange, normalmente realizan primero la operación on-chain mediante billeteras multifirma; después, los departamentos financieros gestionan los depósitos o las operaciones en Gate. La combinación de listas blancas de retiro y la gestión de permisos permite un control de riesgos interno y externo robusto. En 2025, las multifirma siguen siendo la solución predominante de tesorería para la mayoría de las DAO.
Paso 1: Revise el contrato detenidamente. Aclare si figura como “prestatario conjunto” o “garante”, y compruebe la existencia de cláusulas sobre responsabilidad solidaria, penalizaciones por amortización anticipada, cross-defaults o garantías sobre activos.
Paso 2: Evalúe su situación financiera. Calcule la estabilidad de sus ingresos, el ratio deuda/ingresos actual, sus reservas de emergencia y simule escenarios de flujo de caja en el peor de los casos.
Paso 3: Establezca mecanismos de información y seguimiento. Acuerde con el prestatario principal la frecuencia de conciliación de cuentas, alertas por impagos y notificaciones de cambios en los planes de devolución; active el acceso compartido a extractos si es necesario.
Paso 4: Negocie un mecanismo de salida. Confirme si se admite la “liberación del cosignatario” y entienda cómo solicitarla cuando se cumplan las condiciones, o cómo una refinanciación podría transferir la responsabilidad cuando mejore el crédito.
Paso 5: Conserve pruebas y copias de respaldo. Guarde copias de los contratos, registros de pagos y comunicaciones; esto ayudará a proteger sus derechos y a resolver disputas si surgen.
Factores importantes a tener en cuenta: evitar decisiones emocionales, extremar la precaución con importes elevados, comprobar si los planes de pago son modificables y confirmar la existencia de seguros o garantías. En escenarios transfronterizos o empresariales, consulte a profesionales de compliance y fiscales para mayor seguridad.
Las estrategias de salida más habituales son:
Todas las salidas deben cumplir los requisitos contractuales y de la entidad; conocer los procesos y la documentación con antelación aumenta las probabilidades de éxito.
Un cosignatario refuerza la solvencia y reduce el riesgo compartiendo la obligación del préstamo, lo que puede mejorar la aprobación y optimizar condiciones, pero implica responsabilidad solidaria y afecta al historial crediticio. Es fundamental diferenciar entre cosignatario y garante, analizar cuidadosamente el contrato y el flujo de caja, establecer mecanismos de información y salida para reducir riesgos. En Web3, las billeteras multifirma ofrecen un paralelo técnico para la autorización multipartita en la gestión de fondos, sin compartir deuda. En cualquier decisión financiera relacionada con la seguridad de activos, evalúe siempre el peor escenario antes de firmar.
Un cosignatario es parte directa del contrato y comparte la misma responsabilidad legal de pago que el prestatario; un garante es un tercero que solo asume la obligación si el prestatario incumple. En resumen: cosignar implica “responsabilidad solidaria”, mientras que garantizar implica “responsabilidad subsidiaria”. Si es cosignatario, el banco puede reclamarle directamente y su historial reflejará esa responsabilidad por igual.
Asumirá exactamente las mismas obligaciones de pago que el prestatario, incluyendo principal, intereses y comisiones por demora. Si su amigo no paga a tiempo, el banco puede exigirle el pago completo directamente e incluso emprender acciones legales si es necesario. El préstamo aparecerá en su registro de deudas, afectando a su puntuación crediticia y a su capacidad de endeudamiento futuro.
Los prestamistas solicitan cosignatarios cuando los ingresos, historial crediticio o garantías del solicitante no cumplen los requisitos. Los casos típicos incluyen: primeros solicitantes con historial crediticio limitado, ingresos por debajo del estándar, primeras operaciones o registros crediticios dañados. Un cosignatario puede ayudar a que el préstamo sea aprobado o conseguir mejores condiciones.
No, no puede abandonar el rol a voluntad salvo que se cumplan condiciones específicas. Normalmente, debe esperar a que el prestatario alcance ciertos hitos de pago (como amortizar el 50 % del préstamo) o logre una mejora crediticia relevante antes de solicitar la eliminación como cosignatario. Hasta entonces, incluso si el prestatario está de acuerdo, su obligación legal sigue vigente y el banco puede reclamarle en cualquier momento.
Sí, tendrá impacto. Como cosignatario, la deuda de ese préstamo se suma a su ratio deuda/ingresos y reduce directamente su capacidad de endeudamiento. Si el prestatario principal incumple, su puntuación crediticia caerá, dificultando futuras aprobaciones y encareciendo los tipos de interés de nuevos préstamos. Evalúe siempre su situación financiera antes de aceptar ser cosignatario.


