Puedes no tener confianza en $ASTER , pero realmente no deberías hacer shorting con un apalancamiento alto, de lo contrario, cuando tu primo comparta su ganancia la próxima vez, ¿no explotarás al instante?

Una moneda sin contrapartida es la ilusión más peligrosa en el mundo de las inversiones. Es como una obra de teatro en solitario donde solo hay aplausos pero nadie sube al escenario a cantar, un mercado donde solo hay órdenes de compra pero nunca aparecen órdenes de venta.

Los precios pueden ser instantáneamente elevados por el fervor, flotando en el vacío—pero este es precisamente su aspecto más aterrador: sin un consenso basado en una verdadera lucha, es esencialmente una ilusión colectiva, un castillo en el aire.

El colapso no es "tarde o temprano", sino su único destino, el que está destinado a ocurrir.

Porque el verdadero valor siempre nace de la intensa confrontación entre compradores y vendedores.

La fuerza de los alcistas es el acero que sostiene el edificio; creen firmemente en el futuro y votan con capital por su fe. La fuerza de los bajistas es el concreto que se compacta constantemente; ponen a prueba cada eslabón débil con su escepticismo, obligando a la estructura a volverse más fuerte.

Este juego interminable es la "base" más sólida del valor. El precio puede fluctuar drásticamente sobre esta base, pero el edificio en sí —ese valor intrínseco compuesto por tecnología, ecología y aplicaciones— se eleva cada vez más en el juego, firme como una roca.

Detrás de esto hay una verdad universal que trasciende el mercado: lo que te fortalece nunca son los elogios unánimes, sino esas profundas oposiciones y desafíos.

Las personas que te odian trazan los límites de tu capacidad, sus dudas son la piedra de afilar más afilada, forzándote a volverte impecable; las personas que te aman te proporcionan la energía para atravesar los ciclos, su confianza es el lastre más valioso.

Estas dos fuerzas juntas conforman tu "mundo" completo.

Y lo más fatal es "no existir"—ser totalmente ignorado, no ser aclamado por nadie, ni ser objetado por nadie, no haber aparecido en el mundo cognitivo de nadie.

Eso significa que nunca has “existido” realmente.

Por lo tanto, al examinar un activo, o incluso al examinarse a uno mismo, no es necesario temer las fuertes fluctuaciones y los oponentes en conflicto.

Por favor, ten cuidado con ese vacío perfecto y silencioso, y ve a pararte en ese sólido edificio que fue construido por ambas partes, en lugar de en ese magnífico castillo en el aire que solo está sostenido por una única voz.

Estimado—— $ASTER una carta de la mano de diamante.