El verdadero fondo del mercado suele ser así: nadie está gritando, nadie está llamando, ni siquiera tienen fuerzas para quejarse. Aquellos que antes gritaban diariamente "comprar la caída" y "aumentar la posición" ahora básicamente se han callado.
De verdad, cada vez que hay una gran caída al principio solo se escuchan gritos de protesta, y cuando llegamos a la etapa de verdadero desespero, es este silencio absoluto. Ni siquiera los inversores están dispuestos a vender, porque ya no hay carne.
Es el momento de comenzar a prestar atención. No se trata de una recuperación inmediata, sino de que la verdadera oportunidad puede estar en gestación. Así es el mercado: nace en la desesperación y muere en la euforia.
Claro, siempre que todavía tengas munición y puedas aguantar hasta ese día.
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El verdadero fondo del mercado suele ser así: nadie está gritando, nadie está llamando, ni siquiera tienen fuerzas para quejarse. Aquellos que antes gritaban diariamente "comprar la caída" y "aumentar la posición" ahora básicamente se han callado.
De verdad, cada vez que hay una gran caída al principio solo se escuchan gritos de protesta, y cuando llegamos a la etapa de verdadero desespero, es este silencio absoluto. Ni siquiera los inversores están dispuestos a vender, porque ya no hay carne.
Es el momento de comenzar a prestar atención. No se trata de una recuperación inmediata, sino de que la verdadera oportunidad puede estar en gestación. Así es el mercado: nace en la desesperación y muere en la euforia.
Claro, siempre que todavía tengas munición y puedas aguantar hasta ese día.