El Salvador no se anda con rodeos: mientras negocia con el FMI, sigue acumulando Bitcoin como si nada. El 1 de febrero, el país compró 2 BTC en un solo día (cuando normalmente adquiere 1), llegando a un total de 6,055 BTC valorados en más de $612 millones.
Lo más interesante es el contexto: para cerrar el acuerdo de $1.4 billones con el FMI, El Salvador tuvo que hacer voluntario el uso de Bitcoin y privatizar la billetera Chivo. Básicamente, renunció a su obsesión por obligar a usar BTC… pero no dejó de comprarlo.
Los números hablan solos:
Compró 11 BTC el mismo día que firmó con el FMI
En enero adquirió 12 BTC más
En los últimos 30 días: más de 50 BTC
Director de la Oficina de Bitcoin nacional: “vamos a acelerar aún más en 2025”
Desde Fidelity Digital Assets ya lo ven claro: El Salvador es el caso de estudio que falta para que otras naciones grandes entren en pánico FOMO y empiecen su propio treasury de Bitcoin. Cuando Uruguay y Argentina vean esto, no van a poder quedarse quietos.
La jugada: El Salvador soltó la presión política del FMI pero sigue la estrategia de fondo. Es como decir “ok, BTC ya no es obligatorio”… pero el gobierno sigue comprando como loco. Pura estrategia de estado.
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El Salvador acelera compras de Bitcoin pese a acuerdo con el FMI
El Salvador no se anda con rodeos: mientras negocia con el FMI, sigue acumulando Bitcoin como si nada. El 1 de febrero, el país compró 2 BTC en un solo día (cuando normalmente adquiere 1), llegando a un total de 6,055 BTC valorados en más de $612 millones.
Lo más interesante es el contexto: para cerrar el acuerdo de $1.4 billones con el FMI, El Salvador tuvo que hacer voluntario el uso de Bitcoin y privatizar la billetera Chivo. Básicamente, renunció a su obsesión por obligar a usar BTC… pero no dejó de comprarlo.
Los números hablan solos:
Desde Fidelity Digital Assets ya lo ven claro: El Salvador es el caso de estudio que falta para que otras naciones grandes entren en pánico FOMO y empiecen su propio treasury de Bitcoin. Cuando Uruguay y Argentina vean esto, no van a poder quedarse quietos.
La jugada: El Salvador soltó la presión política del FMI pero sigue la estrategia de fondo. Es como decir “ok, BTC ya no es obligatorio”… pero el gobierno sigue comprando como loco. Pura estrategia de estado.