Imagina esto: Creas una idea de mil millones de dólares, luego tus cofundadores literalmente te borran de la historia. Esa es la historia de Noah Glass.
En 2005, Glass fundó Odeo (una plataforma de podcasting). Cuando Apple lo mató con iTunes, reunió a su equipo para un último esfuerzo de lluvia de ideas. Jack Dorsey propuso: una herramienta de actualización de estado basada en SMS. Glass la cultivó, la nombró Twitter, y boom — fenómeno cultural.
Pero aquí es donde se pone brutal:
Evan Williams (CEO) convenció a los inversores de que Twitter no valía nada para poder comprarlo barato
Jack Dorsey despidió a Glass por mensaje de texto antes de que Twitter incluso tuviera emojis
¿Vaso? No hay capital. No hay crédito. No hay nada. Simplemente eliminado de la historia.
Avanzando rápidamente: Jack se convierte en CEO. Twitter se convierte en una sensación global. 2022: Elon lo compra por $44 mil millones, se renombra a X. ¿Y Noah Glass? Sigue siendo un fantasma en la máquina.
¿El giro de la trama? Glass no perdió. Simplemente construyó un imperio del que otras personas pudieron beneficiarse. La historia olvidó su nombre, pero la plataforma que él moldeó? Eso cambió todo.
Así que la próxima vez que estés en X, recuerda: alguien fue absolutamente cocido por ese pájaro azul.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
El chico que construyó Twitter fue ignorado por su propio equipo
Imagina esto: Creas una idea de mil millones de dólares, luego tus cofundadores literalmente te borran de la historia. Esa es la historia de Noah Glass.
En 2005, Glass fundó Odeo (una plataforma de podcasting). Cuando Apple lo mató con iTunes, reunió a su equipo para un último esfuerzo de lluvia de ideas. Jack Dorsey propuso: una herramienta de actualización de estado basada en SMS. Glass la cultivó, la nombró Twitter, y boom — fenómeno cultural.
Pero aquí es donde se pone brutal:
Avanzando rápidamente: Jack se convierte en CEO. Twitter se convierte en una sensación global. 2022: Elon lo compra por $44 mil millones, se renombra a X. ¿Y Noah Glass? Sigue siendo un fantasma en la máquina.
¿El giro de la trama? Glass no perdió. Simplemente construyó un imperio del que otras personas pudieron beneficiarse. La historia olvidó su nombre, pero la plataforma que él moldeó? Eso cambió todo.
Así que la próxima vez que estés en X, recuerda: alguien fue absolutamente cocido por ese pájaro azul.