La cara de Stallone estaba parcialmente paralizada desde el nacimiento. Los productores lo rechazaron en todas partes. Sin dinero, sin hogar, durmiendo en terminales de autobuses con su perro Butkus—tocó fondo y vendió al perro por $25 solo para sobrevivir.
Entonces vio a Ali pelear. Tres días después, había escrito Rocky.
Cuando los estudios ofrecieron millones por el guion, tenían una demanda: seleccionar a alguien más como el boxeador. Stallone dijo que no. No lo escribió para ganar dinero. Lo escribió para demostrar que podía poseer su propia historia.
Se rindieron. Con su primer sueldo, localizó al extraño que tenía a Butkus. Costó 15,000 dólares, pero recuperó a su perro. Butkus incluso apareció en la película.
Rocky recaudó más de $200M y convirtió a Stallone en una leyenda. Tres Oscars. Una dinastía.
Pero aquí está la cosa: el dinero nunca fue el objetivo. ¿La verdadera victoria? Apostar por sí mismo cuando literalmente no tenía nada. Cuando las probabilidades estaban en el peor de los casos.
Ese es el tipo de convicción que cambia vidas.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
La cara de Stallone estaba parcialmente paralizada desde el nacimiento. Los productores lo rechazaron en todas partes. Sin dinero, sin hogar, durmiendo en terminales de autobuses con su perro Butkus—tocó fondo y vendió al perro por $25 solo para sobrevivir.
Entonces vio a Ali pelear. Tres días después, había escrito Rocky.
Cuando los estudios ofrecieron millones por el guion, tenían una demanda: seleccionar a alguien más como el boxeador. Stallone dijo que no. No lo escribió para ganar dinero. Lo escribió para demostrar que podía poseer su propia historia.
Se rindieron. Con su primer sueldo, localizó al extraño que tenía a Butkus. Costó 15,000 dólares, pero recuperó a su perro. Butkus incluso apareció en la película.
Rocky recaudó más de $200M y convirtió a Stallone en una leyenda. Tres Oscars. Una dinastía.
Pero aquí está la cosa: el dinero nunca fue el objetivo. ¿La verdadera victoria? Apostar por sí mismo cuando literalmente no tenía nada. Cuando las probabilidades estaban en el peor de los casos.
Ese es el tipo de convicción que cambia vidas.