Curioso cómo las políticas diseñadas para aumentar los costos terminan... aumentando los costos. Los aranceles y las deportaciones masivas no son exactamente medidas deflacionarias, pero de alguna manera el shock en los precios sorprende a la gente.

Mientras tanto, hay rumores en Capitol Hill sobre hacer que la vida cotidiana sea más asequible nuevamente. Se supone que los republicanos están redoblando ese mensaje ahora. La ironía es que las políticas principales que implementan entran en conflicto directo con sus argumentos sobre la asequibilidad.

Los mercados no se preocupan por el discurso político, sin embargo. Les importan los costos de insumos, los shocks en la oferta laboral y si tu factura del supermercado sigue subiendo. Cuando restringes el comercio y reduces la fuerza laboral al mismo tiempo, la economía básica entra en acción bastante rápido.