¿Honestamente? Estoy rechazando con fuerza esta opinión. La mayoría de las empresas están navegando a ciegas cuando se trata de IA; no pueden decir si realmente está mejorando su fuerza laboral o reemplazando roles en silencio. ¿Estamos hablando de herramientas complementarias que fortalecen a los equipos, o de sustitutos que reducen el personal? Las líneas se difuminan rápidamente.

Aquí está el punto clave: el liderazgo rara vez comprende el efecto dominó completo del empleo. Ven las ganancias de eficiencia en una hoja de cálculo, pero no ven el caos de segundo orden: trabajadores desplazados, brechas de habilidades que se amplían, departamentos enteros reestructurados de la noche a la mañana. Estamos haciendo apuestas de mil millones de dólares sin entender el tablero de juego.

Quizás esa sea la parte más aterradora. No la tecnología en sí, sino cuán poca claridad existe sobre sus consecuencias en el mundo real.