Interesante opinión del director financiero de OpenAI: aparentemente Wall Street no está lo suficientemente emocionado con la IA. El CFO acaba de declarar que el mercado necesita mucha más entusiasmo en torno al potencial de la inteligencia artificial. ¿Cuál es la jugada aquí? Ahora están presionando activamente para obtener el respaldo del Tío Sam. Parece un movimiento estratégico cuando el sentimiento de los inversores no coincide con tus expectativas de valoración. Te hace preguntarte si esto se trata de asegurar fosos regulatorios o de necesitar genuinamente el músculo del gobierno para acelerar la construcción de infraestructura.