La narrativa que la mayoría entiende es así:

Bitcoin tiene un suministro total de 21 millones de monedas, y una vez minadas, estará completamente limitado, sin más en circulación.

Pero la verdad es mucho más interesante — **esas 21 millones, desde un punto de vista matemático, nunca serán realmente minadas por completo.**

¿Pero por qué?

# Detalle técnico ignorado: la pared de precisión

La recompensa por bloque de Bitcoin se reduce a la mitad cada cuatro años, una regla codificada en el software. Actualmente, cada bloque otorga 3.125 BTC, la próxima reducción será a 1.5625 BTC, luego a 0.78125 BTC, y así sucesivamente.

¿Suena bien? El problema está en esto: **Bitcoin tiene una unidad mínima — 1 satoshi.**

Cuando la recompensa por bloque se reduzca a menos de 1 satoshi, el sistema ya no podrá dividir más. Teóricamente, todavía hay una pequeña cantidad de BTC pendiente para los mineros, pero físicamente no se puede emitir. Esto crea un hueco que nunca podrá llenarse.

En otras palabras, los 21 millones de monedas no representan un punto final, sino una línea asintótica que se acerca pero nunca se toca. La comunidad de mineros y los cripto-punks siempre han sabido esto.

# ¿Qué significa esto?

Este diseño hace que la escasez de Bitcoin no sea simplemente "cantidad limitada", sino **una escasez eterna que se acerca pero nunca se cruza.**

- El dólar? Los bancos centrales pueden imprimir tanto como quieran.
- El oro? Se sigue extrayendo cada año.
- Los bienes raíces? Envejecen, se devalúan, y están sujetos a políticas.

Solo BTC: la oferta solo se vuelve más escasa con el tiempo, ¿la inflación? No existe. ¿Intervenciones políticas? La codificación lo regula. La erosión del tiempo? Al contrario, cuanto más pasa, más escaso se vuelve.

Por supuesto, **la escasez no garantiza necesariamente ganancias.** La verdadera forma en que BTC puede valorizarse está en otros aspectos — pero eso es otra historia.