Honestamente, en el mundo de las criptomonedas, los airdrops son algo con lo que estamos muy familiarizados, y son muy pocos los que realmente no juegan con trucos y permiten que los inversores minoristas puedan obtener algo. Esta vez, la distribución de tokens de Linea ha sido una bofetada a esas «estrategias de marketing de airdrops» — sin restricciones de bloqueo, reglas claras y comprensibles, sin requisitos de participación excesivos, y además, con un período de tres meses para reclamar. Esta operación, en proyectos Layer2, realmente muestra una actitud «claridad y sensatez».

Primero, veamos qué tan sustancial es esta operación. Linea asignó directamente el 10% del total, lo que equivale a 7.2 mil millones de tokens, distribuidos a casi 500,000 direcciones de wallet. En la historia de los airdrops en redes de segunda capa, esto sin duda está entre los primeros. Lo más importante es que los tokens pueden ser utilizados libremente en cuanto llegan, sin esas viejas prácticas de desbloqueo lineal — puedes comerciar y convertirlos en efectivo inmediatamente, o guardarlos para participar en el ecosistema, lo que prefieras, ya que los tokens en tu wallet son completamente tuyos.

Lo que más gusta a los usuarios comunes es esa regla simple y directa. La elegibilidad se basa en dos puntos: LXP y LXP-L. Solo necesitas acumular 2000 puntos LXP o 15,000 puntos LXP-L para participar, sin tener que completar tareas complicadas o interactuar con varias cadenas, como en otros proyectos. La recompensa se divide en 7 niveles, y cuanto más alto sea tu puntaje, mayor será tu recompensa. Los usuarios que hayan participado en actividades como Voyage o Surge anteriormente, también disfrutan de un cálculo ponderado de sus puntos, logrando realmente un sistema donde «los primeros en llegar, tienen ventaja».