Andrew Tate acaba de dar una opinión polémica: Bitcoin se dirige a los $26,000. ¿Su tesis? Es un juego clásico de psicología—una vez que los minoristas se rinden por completo y dejan de perseguir Lambos, ese es el fondo. El mercado alcanza su pico en una especie de esperanza, y toca fondo en la desesperación.

Pero aquí está lo importante: Tate no es exactamente un analista de criptomonedas. Su predicción no tiene respaldo de datos en cadena. Bitcoin se mueve por la política de la Fed, el sentimiento macroeconómico, las olas de adopción, no solo por la psicología de los traders. Él está interpretando el sentimiento del mercado, no los fundamentos.

¿Vale la pena tenerlo en cuenta como un indicador contrarian? Quizá. ¿Deberías operar basándote en ello? Probablemente no. El mercado de criptomonedas es demasiado caótico para que alguien pueda predecir con certeza. ¿Cuál es tu opinión—está en lo correcto o solo busca protagonismo?