El presidente de BitMine, Tom Lee, habló recientemente en un programa de CNBC sobre un asunto: la caída del 11 de octubre, que fue sin duda la limpieza más brutal en la historia de las criptomonedas. Lo más preocupante es que, justo después, protocolos DeFi como Balancer comenzaron a tener problemas, siendo blanco de hackers, lo que destruyó la confianza del mercado por completo.

Tom piensa que digerir el impacto de esta ola tomará varias semanas. Sin embargo, también mencionó un punto relativamente optimista: la cantidad de proyectos que han fallado todavía es controlable y, por ahora, no parece que todo el sistema vaya a colapsar. En otras palabras, solo algunos proyectos han tenido problemas graves, pero aún no es una catástrofe a nivel de toda la industria. El mercado necesita tiempo para recuperarse, pero la lógica subyacente todavía puede sostenerse por el momento.