Un descubrimiento reciente me hace pensar cada vez más que algo no está bien: todo el mercado está promoviendo la abstracción de cuentas, pero quizás todos han caído colectivamente en una trampa cognitiva.

EIP-4337 es realmente inteligente — no altera la estructura fundamental de Ethereum, pero busca resolver uno de los mayores problemas de experiencia de usuario. Pero por muy inteligente que sea, sigue siendo un "parche en la capa de aplicación". Para no tocar el consenso central, construye un sistema complejo fuera de la cadena: los Bundlers especializados se encargan de empaquetar, los Paymasters pagan las tarifas de gas en nombre del usuario, y las transacciones deben pasar por otra memoria caché antes de completarse.

¿Suena bien? El problema está en los detalles.

Primero, el nuevo coste de confianza: los Bundlers y Paymasters son nodos de terceros que requieren permisos, ¿no introduce esto un riesgo de centralización? Segundo, la paradoja de eficiencia: simplemente traslada la fricción del pago de gas a un lugar invisible, sin reducir realmente el coste total, sino que aumenta los gastos adicionales por los desvíos.

En comparación, el sistema Paymaster de Plasma es una idea completamente diferente. No es un parche añadido después, sino una capacidad nativa integrada en el núcleo del protocolo. Es como la diferencia entre un sistema preinstalado y un software de terceros: el primero está diseñado desde el principio para resolver este problema.

Por muy ingenioso que sea el "parche", no puede superar a lo "nativo". Tal vez esa sea la verdadera estructura que el mercado, con su entusiasmo, está ocultando.