Parece que OpenAI acaba de dar un paso audaz en el frente de políticas. Están presionando a Washington para ampliar el alcance de los incentivos fiscales de la Ley CHIPS para cubrir infraestructura de centros de datos.
En este momento, la Ley CHIPS se centra principalmente en la fabricación de semiconductores. Pero ¿el argumento de OpenAI? El desarrollo moderno de IA consume recursos computacionales masivos, y los centros de datos son la columna vertebral de toda esa operación. Sin un soporte de infraestructura sólido, EE. UU. podría quedarse atrás en la carrera armamentística de la IA.
Esto no se trata solo de las ganancias de una empresa. Si se produce un cambio en la política, podría desencadenar una ola de construcción de centros de datos en todo el país. Más instalaciones significan más competencia por recursos de hardware, lo que potencialmente aumentaría los costos para todos, desde laboratorios de IA hasta operaciones de minería de criptomonedas.
El momento también es interesante. Con los modelos de IA volviéndose exponencialmente más grandes y consumidores de energía, los cuellos de botella en infraestructura se están convirtiendo en una restricción real. Los créditos fiscales podrían ser el catalizador que acelere la expansión, pero también plantea preguntas sobre la asignación de recursos en una cadena de suministro ya de por sí tensa.
Es importante observar cómo responden los responsables políticos. Si aceptan, podríamos ver un cambio fundamental en la forma en que se financia la infraestructura tecnológica en Estados Unidos.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Parece que OpenAI acaba de dar un paso audaz en el frente de políticas. Están presionando a Washington para ampliar el alcance de los incentivos fiscales de la Ley CHIPS para cubrir infraestructura de centros de datos.
En este momento, la Ley CHIPS se centra principalmente en la fabricación de semiconductores. Pero ¿el argumento de OpenAI? El desarrollo moderno de IA consume recursos computacionales masivos, y los centros de datos son la columna vertebral de toda esa operación. Sin un soporte de infraestructura sólido, EE. UU. podría quedarse atrás en la carrera armamentística de la IA.
Esto no se trata solo de las ganancias de una empresa. Si se produce un cambio en la política, podría desencadenar una ola de construcción de centros de datos en todo el país. Más instalaciones significan más competencia por recursos de hardware, lo que potencialmente aumentaría los costos para todos, desde laboratorios de IA hasta operaciones de minería de criptomonedas.
El momento también es interesante. Con los modelos de IA volviéndose exponencialmente más grandes y consumidores de energía, los cuellos de botella en infraestructura se están convirtiendo en una restricción real. Los créditos fiscales podrían ser el catalizador que acelere la expansión, pero también plantea preguntas sobre la asignación de recursos en una cadena de suministro ya de por sí tensa.
Es importante observar cómo responden los responsables políticos. Si aceptan, podríamos ver un cambio fundamental en la forma en que se financia la infraestructura tecnológica en Estados Unidos.