El Composite de Shanghái volvió a rozar los 4,000, cerrando en 4,016.33 (+0.70%), apenas manteniendo el terreno tras la caída de ayer. El Composite de Shenzhen lo hizo mejor, subiendo un 1.32% a 2,550.28.

La división: los bancos sufrieron mucho (ICBC -2%, AgBank -1.93%), pero las acciones de recursos se mantuvieron firmes—Jiangxi Copper subió un 9.57%, Chalco avanzó un 7.02%. Sin embargo, las acciones de petróleo arrastraron el mercado, con PetroChina y Sinopec en rojo.

Wall Street dio señales mixtas: Dow -0.16%, NASDAQ +0.55% (alcanzó un récord de 23,958), S&P 500 prácticamente sin cambios. La tecnología rebotó después de que Nvidia alcanzara $5T capitalización de mercado, pero los comentarios del presidente de la Fed, Powell, mataron el ambiente—básicamente dijo que los recortes de tasas en diciembre no están garantizados. El petróleo subió por las caídas en inventarios: WTI subió un 0.5% a $60.46 por barril.

En resumen: China está en un patrón de espera. Un día malo podría hacer que caiga por debajo de 4,000. Mientras tanto, los mercados globales se muestran cautelosos, con la esperanza de recortes de tasas que se desvanece.