Tony Robbins pasó de ganar $40/semana como conserje a construir un $600M imperio. ¿El plan? Mucho más simple de lo que piensas.
Lección 1: Encuentra a tu mentor
Robbins no lo descubrió todo solo. A los 17 años, se topó con el orador motivacional Jim Rohn y eso lo cambió todo. Una idea clave de Rohn que quedó con él fue: “Trabaja más duro en ti mismo que en tu trabajo.” Ese cambio de mentalidad—de esforzarse más en trabajar duro a mejorar en ti mismo—se convirtió en la base de toda su carrera.
Lección 2: Metas con un sistema
Aquí es donde la mayoría falla: establecen metas vagas y se preguntan por qué no pasa nada. Robbins apuesta por metas SMART—específicas, medibles, alcanzables, realistas y con plazo. Como él dice, “El progreso es felicidad.” ¿El truco? Comienza con pequeños pasos, revisa el progreso regularmente y no dejes que el miedo te paralice.
Hoy, Robbins tiene en sus manos más de 100 negocios que generan $7B anualmente. Mismos principios. Escala diferente. La riqueza no vino de una oportunidad afortunada, sino de construir sistemas de manera constante y de mejorar sus habilidades primero.
Lo que realmente impresiona: Su éxito no empezó con capital o conexiones. Comenzó con encontrar a alguien más inteligente y ser lo suficientemente disciplinado para implementar lo que aprendió.
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De conserje a 600 millones de dólares: lo que Tony Robbins realmente hizo bien
Tony Robbins pasó de ganar $40/semana como conserje a construir un $600M imperio. ¿El plan? Mucho más simple de lo que piensas.
Lección 1: Encuentra a tu mentor
Robbins no lo descubrió todo solo. A los 17 años, se topó con el orador motivacional Jim Rohn y eso lo cambió todo. Una idea clave de Rohn que quedó con él fue: “Trabaja más duro en ti mismo que en tu trabajo.” Ese cambio de mentalidad—de esforzarse más en trabajar duro a mejorar en ti mismo—se convirtió en la base de toda su carrera.
Lección 2: Metas con un sistema
Aquí es donde la mayoría falla: establecen metas vagas y se preguntan por qué no pasa nada. Robbins apuesta por metas SMART—específicas, medibles, alcanzables, realistas y con plazo. Como él dice, “El progreso es felicidad.” ¿El truco? Comienza con pequeños pasos, revisa el progreso regularmente y no dejes que el miedo te paralice.
Hoy, Robbins tiene en sus manos más de 100 negocios que generan $7B anualmente. Mismos principios. Escala diferente. La riqueza no vino de una oportunidad afortunada, sino de construir sistemas de manera constante y de mejorar sus habilidades primero.
Lo que realmente impresiona: Su éxito no empezó con capital o conexiones. Comenzó con encontrar a alguien más inteligente y ser lo suficientemente disciplinado para implementar lo que aprendió.