Anoche, el mercado de criptomonedas se desplomó de repente, el BTC cayó más de 1000 puntos en un momento dado, sorprendiendo a muchos inversores. Detrás de esta caída repentina, en realidad se esconde una señal clave.

Anoche, alrededor de las 11 p.m. hora de Beijing, el vicepresidente de la Reserva Federal se pronunció públicamente: no intervendrá en la adopción de encriptación y enfatizó que este tipo de innovación no afecta la efectividad de las herramientas de política monetaria. Al salir la noticia, el mercado reaccionó de inmediato: los alcistas se retiraron instantáneamente, y los bajistas aprovecharon la oportunidad.

A decir verdad, esta volatilidad es la norma en el mercado de criptomonedas. La postura de la Reserva Federal parece neutra, pero en realidad trae una doble interpretación al mercado: los optimistas creen que esto permite espacio para la innovación, mientras que los pesimistas temen que la regulación pueda caer en cualquier momento. En medio de la lucha emocional a corto plazo, el precio naturalmente se sube a la montaña rusa.

¿Y ahora qué hacer? Mi opinión es: no te apresures a comprar en el mínimo, ni entres en pánico y vendas en pérdida. Si tu tolerancia al riesgo es baja, reducir posiciones y esperar es una elección sabia; si puedes soportar la volatilidad, podrías estar atento a algunas oportunidades que han sido maltratadas.

Por cierto, recientemente las monedas de privacidad ZEC y DASH han tenido un gran impulso, lo que puede estar relacionado con el aumento de las expectativas regulatorias: cuanto más incierto es el momento, más se amplifica la demanda de privacidad. Este tipo de oportunidad estructural, a veces, puede ser más imaginativa que seguir las monedas principales.

El mercado siempre tiene historias, lo que falta es un juicio calmado.