El PEPE ahora se encuentra en una situación algo incómoda. Por un lado, las ballenas están comprando la caída: las tenencias pasaron de 4.18 billones a 4.19 billones, y por el otro lado, el intercambio ha retirado 9 billones de monedas (de 241 billones a 232 billones), lo cual suele ser una buena señal. Pero el precio de la moneda sigue en caída, habiendo sufrido una caída del 63% desde el máximo de agosto, y ahora está estancado en $0.0000061.

¿Dónde está el problema? El mercado de futuros está muerto. El interés de apertura ha caído de 800 millones de dólares en septiembre a 200 millones ahora, los traders se asustaron después de perder 2 mil millones de dólares la última vez.

El análisis técnico tampoco es muy prometedor: se está formando un patrón de taza con asa inversa, un hombro cabeza hombro, y las medias móviles de 50/100 días están presionando hacia abajo. Las personas que analizan gráficos están diciendo que PEPE seguirá cayendo, con un objetivo de $0.000020 (lo que implica una caída del 65%). La confianza de las ballenas es algo positivo, pero el mercado necesita actividad en futuros y volumen de comercio para acompañar esto. En este estado, un rebote aún está muy lejos.