El plan de Musk de llevar Dogecoin a la Luna podría ir en serio esta vez.

Musk vuelve a hacer de las suyas, pero esta vez parece que va en serio.

El 4 de noviembre, el viejo Musk lanzó en redes sociales un “ha llegado el momento”, y de paso rescató aquel viejo tuit de 2021 en el que decía que “SpaceX llevará Dogecoin a la luna”. Hace cuatro años, tras ese comentario, DOGE subió casi un 30% en cuestión de minutos, y todos pensaron que Musk estaba, una vez más, bromeando.

Pero esta vez es diferente.

De broma a realidad

La misión lunar llamada DOGE-1 ya no es un chiste. La empresa canadiense GEC se encargó del proyecto y construyó un satélite CubeSat, pagado íntegramente con Dogecoin. La Comisión Federal de Comunicaciones de EEUU ya ha dado el visto bueno, y en los documentos de autorización queda claro: el satélite debe lanzarse antes del 30 de octubre de 2025, o la licencia caduca.

Tom Ochinero, de ventas comerciales de SpaceX, lo explicó así: “Esta misión demuestra que las criptomonedas pueden utilizarse incluso en el espacio, y de paso sienta un precedente para el futuro comercio interestelar”. Suena a ciencia ficción, pero lo están llevando a cabo de verdad.

Las funciones del satélite no son nada extravagantes: observación terrestre y transmisión de datos para IoT. Dicho de otro modo, va a trabajar de verdad, no solo a posar.

¿Por qué el mercado no reacciona?

Es curioso que, tras la noticia, el precio de DOGE apenas subió de 0,172 a 0,178 dólares, y rápidamente la presión vendedora lo devolvió a su sitio. Comparado con el subidón del 30% de 2021, esto parece anestesiado.

¿Qué significa esto? Que el mercado ha madurado.

Ahora los inversores no se lanzan a comprar solo porque un magnate diga algo; se preocupan más por si el proyecto tiene valor real detrás. Además, el mercado cripto está complicado: Bitcoin ha caído por debajo de 106.000 dólares, Ethereum no aguanta los 3.600 dólares… ¿quién se atreve a emocionarse sin sentido en este contexto?

¿Vale la pena esperar el lanzamiento de diciembre?

Según lo previsto, DOGE-1 despegará en un Falcon 9 en diciembre de 2025. Si realmente lo consigue, será la primera misión espacial pagada íntegramente con criptomonedas.

Lo más relevante es que esto podría convertir Dogecoin de un “puro meme” en una moneda con una aplicación real. Hasta ahora DOGE era solo una broma, pero ahora puede formar parte de un ciclo de valor en el mundo físico: el satélite trabaja en el espacio, envía datos a la Tierra, y todo el proceso está vinculado a Dogecoin.

Por supuesto, que el lanzamiento se haga a tiempo todavía está por ver. Pero al menos no es una fanfarronada improvisada de Musk: ha pasado la revisión técnica, el proceso está definido y es mucho más fiable que la ola de hype de hace cuatro años.

El mercado está pendiente del lanzamiento de diciembre. Es una prueba tanto técnica como del papel de las criptomonedas en la vida real. Si sale bien, DOGE podría dejar de ser solo un meme; si sale mal, probablemente le lloverán las críticas de “cazar incautos”.

En cualquier caso, la promesa de Musk, ¿será solo humo o se convertirá en realidad? Lo sabremos a final de año.