Este proyecto de APT, salvo que ocurra un milagro en forma de alguien dispuesto a quedarse con los tokens, básicamente es un pozo sin fondo. ¿Por qué? Porque el equipo del proyecto tiene el control de la emisión, que funciona como una máquina de imprimir dinero: pueden abrir el grifo cuando quieran.

¿Crees que cuando el precio cae a 3 USDT es una oportunidad de compra? En realidad, ellos ya lo tienen calculado: cuando el precio está en 1 USDT, acuñan 100 tokens y los venden, ganando 100 USDT; ¿y si baja a 0,1 USDT? Simplemente acuñan 1.000 tokens y también ganan 100 USDT. Total, el coste de emisión es prácticamente cero, y quienes pierden siempre son los pequeños inversores del mercado secundario.

Aún peor es la lógica que te atrapa: quienes compraron caro se pasan el día mirando el gráfico esperando recuperar su inversión, pero cada año el precio es más bajo; quienes no han entrado ven el “mínimo histórico” y piensan que es una oportunidad de oro. Así, los pequeños inversores caen uno tras otro, mientras el equipo del proyecto se mantiene tranquilo y seguro.

En resumen, si el modelo económico de una moneda está diseñado para esquilmar a los inversores, el supuesto “comprar en las caídas” no hace más que acelerar las pérdidas. ¿De verdad quieres comprar barato y vender caro? No pierdas el tiempo con tokens de emisión infinita; si esperas a darte cuenta cuando tu inversión haya caído un 80%, será demasiado tarde.