La verdad, seguir mirando los datos en función del objetivo de inflación del 2% ya no tiene mucho sentido.

¿Por qué? Porque el gran ciclo ha cambiado. El modelo económico anterior, sostenido por la cadena de suministro global y la mano de obra barata, hace tiempo que dejó de funcionar. Ahora, lo que tenemos es una inflación estructural provocada por la reestructuración industrial. ¿De verdad crees que los bancos centrales pueden controlarla simplemente ajustando los tipos de interés? Ni de broma. El nivel del agua ha subido y no va a bajar solo—es como si abres el grifo a tope en casa, ¿de qué sirve mirar solo el contador del agua?

Los tipos de interés pueden influir en la liquidez a corto plazo, pero no determinan la tendencia de la inflación a largo plazo. Es normal que los estándares de la vieja economía no encajen con la nueva economía, y que los datos no cuadren. El modelo de los últimos cincuenta años ya no volverá, y el sistema monetario sin duda sufrirá una gran reestructuración en el futuro.

Por eso cada vez más gente empieza a fijarse en activos como BTC y ETH. Cuando la política monetaria tradicional deja de funcionar, una red de almacenamiento y liquidación de valor descentralizada podría ser la mejor herramienta de cobertura ante esta transformación estructural del dinero.