Por fin se ha confirmado el rumor que circulaba intensamente en el mundo cripto: en Hong Kong van en serio contra USDT.

Esta vez la regulación ha llegado con fuerza. Empezando por el continente, el Banco Central, junto con 13 departamentos, ha calificado directamente las stablecoins como actividad financiera ilegal, prohibiendo toda la cadena de la industria desde la emisión hasta la negociación. ¿Transferencias bancarias? Hace tiempo que están bloqueadas. ¿Plataformas extranjeras? También en la lista negra. Aquí están los datos: este año se han investigado 342 casos relacionados, con un importe implicado que alcanza los 4.600 millones. Al mismo tiempo, los pagos transfronterizos con el yuan digital ya han superado los 10 billones en volumen, impulsando esta alternativa a gran velocidad.

La “Ley de Stablecoins” de Hong Kong es aún más dura. Tether está bajo vigilancia constante, ¿los minoristas quieren acceder a USDT? Imposible. Ahora solo está disponible para inversores profesionales, con un umbral de acceso disparatado. Hasta diciembre, Hong Kong no ha concedido ni una sola licencia de stablecoin: los requisitos de capital y las reservas de liquidez impuestas por la Autoridad Monetaria prácticamente han dejado fuera a la mayoría de los participantes.

Resumiendo, esto se reduce a dos palabras: reconstrucción total. En el continente, bloqueo total; en Hong Kong, ataques selectivos. Esta acción coordinada ha reducido el espacio de supervivencia de las stablecoins al mínimo. El mercado está a punto de cambiar drásticamente. ¿Y el futuro? Que gane el más fuerte.