Es muy probable que el ciclo cripto de 2026 entre en la segunda mitad del mercado alcista, donde la gran volatilidad en niveles altos será la tónica principal. Es posible que BTC no marque un nuevo máximo histórico, pero la volatilidad será significativa, y los fondos probablemente fluirán hacia las altcoins, desencadenando una fase de recuperación.

Mi núcleo de cartera sigue estando en activos de alta certeza como BTC, ETH y SOL, representando aproximadamente un 60% del total, para mantener una base sólida durante el ciclo. El resto de mi cartera está posicionada en los sectores con mayor probabilidad de explosión en 2026: IA (TAO, RNDR, WLD), L2 (OP, ARB), RWA (ONDO, ENA) y proyectos de tipo social (DEGEN), además de una pequeña asignación a Meme para buscar altas rentabilidades.

La estrategia general es: aumentar posiciones en grandes criptos en las caídas, elegir líderes de sector entre las altcoins, y evitar proyectos sin fundamentos ni ecosistema. Así puedo aprovechar la recuperación de 2026 y, al mismo tiempo, reducir eficazmente el riesgo de grandes oscilaciones.