Estos dos meses el mercado de criptomonedas ha sido realmente desolador. Bitcoin desde el pico de 126272 dólares a principios de octubre ha estado cayendo sin parar, incluso llegando a perforar la barrera de los 90,000 dólares, alcanzando un mínimo de más de siete meses. El índice de miedo del mercado cayó a 9, ¡el nivel más bajo desde la ola de COVID-19 en 2020! — ¿Puedes imaginarlo?

Lo más surrealista es que incluso esas ballenas que se autodenominan "inteligentes" también se han visto afectadas por esta caída.

Una ballena, tras un desplome en octubre, se mantuvo firme en su visión alcista de ETH, pensando que "las caídas profundas siempre rebotan", pero el mercado no siguió el guion y siguió bajando. En solo dos meses, perdió 9.32 millones de dólares y finalmente decidió salir cortando pérdidas. Otra gran ballena, que se jactaba de estar "invicta", vio cómo su cuenta se reducía en 31.8 millones de dólares en dos meses, y ese halo de invencibilidad se desvaneció por completo. Lo más absurdo es que una ballena que ya había sido liquidada, en los últimos 30 días perdió otros 6.25 millones de dólares, dejando su cuenta en ceros.

Incluso las instituciones con activos pesados no están en mejor situación. MicroStrategy, el mayor poseedor institucional de Bitcoin, cuyo CEO Fong Lee, sugirió por primera vez en mucho tiempo que podría vender Bitcoin en medio de una crisis extrema. Hay que recordar que esta compañía siempre ha defendido que "nunca venderá", y esa declaración en sí misma ya muestra cuán grande es la presión del mercado.

Parece que la fuerza del impacto actual del mercado ya es suficiente para sacudir esas posiciones que antes parecían inquebrantables.