Recientemente se ha reportado un caso grave de ataque de contaminación de direcciones. Según datos de monitoreo en la cadena, una víctima perdió aproximadamente 50 millones de dólares en este ataque.

La situación fue así: los atacantes llevaron a cabo el ataque mediante la técnica de contaminación de direcciones — en pocas palabras, falsificando direcciones de billetera similares a las utilizadas por los usuarios, para inducirlos a realizar transferencias por error. Los fondos robados fueron rápidamente convertidos a ETH y luego dispersados en varias direcciones de billetera para dificultar el rastreo.

Lo más problemático es que una parte de los fondos ya ha sido transferida a cuentas de mezcladores como Tornado Cash. Una vez allí, el destino de los fondos se vuelve difícil de rastrear.

Este caso nos recuerda una vez más: antes de realizar una transferencia, asegúrese de verificar cuidadosamente la dirección, incluso si solo hay una o dos diferencias en los caracteres, ya que esto puede causar pérdidas enormes. Especialmente en operaciones de gran volumen, es mejor verificar la autenticidad de la dirección de recepción mediante múltiples métodos — como confirmarla a través de canales oficiales, revisarla varias veces, o incluso realizar una pequeña prueba primero. La contaminación de direcciones puede parecer un error menor, pero las pérdidas causadas por la negligencia humana suelen ser las mayores.