La competencia por el nuevo presidente de la Reserva Federal ha entrado en una fase crucial. Trump ha completado recientemente una ronda de entrevistas intensivas, y la lista de los cuatro candidatos finales está prácticamente definida, anunciando que en unas semanas dará a conocer su nominación final.

Este proceso de selección tiene un criterio claro de "filtro": quienes abogan por una bajada significativa de las tasas tienen más posibilidades de ganar. Trump no lo oculta, incluso afirma que las tasas deben reducirse drásticamente para aliviar la presión de las hipotecas. Actualmente, la tasa de interés de la Fed se sitúa en 3.5%-3.75%, y su objetivo es seguir bajando.

Los cuatro candidatos finales son: Kevin Hasset (exasesor económico de la Casa Blanca, recientemente calificó los datos del IPC como "explosivamente buenos"), Kevin Waugh (exmiembro de la Fed, con una postura dovish en política monetaria), Christopher Waller (actual miembro de la Fed, ya se reunió con Trump y se inclina por una reducción moderada de las tasas) y Rick Rieder (ejecutivo de BlackRock, que se espera que complete las entrevistas antes de fin de año).

Cabe destacar que Trump valoró positivamente a Waller, diciendo que su "rendimiento ha sido excelente". Por otro lado, el exmiembro de la Fed, Bowman, que tenía muchas posibilidades, ya se ha retirado del proceso.

¿Y qué señales envía el mercado? El IPC de noviembre creció un 2.7% interanual, lo que indica que la inflación está en retroceso. Sin embargo, el presidente de la Fed de Nueva York, Williams, ha puesto un freno, señalando que debido a la falta de datos de octubre, esta cifra podría estar "subestimada en un 0.1%" por factores técnicos, y que solo se podrá sacar conclusiones tras los datos de diciembre.

La postura dentro de la Fed no es completamente unificada. El presidente de la Fed de Chicago, Goolsbee, se muestra optimista, considerando que los datos "son alentadores" y que si la inflación continúa moderándose, el espacio para recortar tasas el próximo año podría abrirse. Waller también apoya la dirección de recortes, pero con cautela: no hay que apresurarse, basta con avanzar con paso firme hacia una tasa neutral.

En definitiva: la elección del nuevo presidente está a punto de salir a la luz, y Trump está impulsando la idea de una "reducción significativa de tasas". Aunque los datos de inflación muestran signos de moderación, los funcionarios de la Fed aún observan la evolución de los datos económicos, y la verdadera dirección de la política monetaria dependerá en última instancia de los datos económicos.