Al cierre de 2025, siguiendo la rutina habitual, el último trimestre debería ser la ventana de impulso para el mercado de criptomonedas. La historia nos dice que diciembre suele desencadenar una nueva ola alcista—Bitcoin rompe su rango de consolidación a largo plazo, invirtiendo la tendencia bajista, casi como un guion fijo para fin de año. Pero este año, parece que los guionistas han cambiado el guion. Los toros intentan una y otra vez sin poder romper posiciones clave, la volatilidad del mercado se reduce cada vez más, y los traders entran en modo de espera colectivo. Ni Bitcoin ni las altcoins dan señales claras, todos esperan un factor externo que rompa el estancamiento.
Mirando hacia la economía de EE. UU., los datos recientes revelan señales bastante interesantes. Por un lado, la presión inflacionaria realmente se está suavizando—el índice de confianza del consumidor de Michigan en diciembre subió a 52.9, mejor que en noviembre. Pero si miramos los datos de hace un año, el índice de confianza aún es casi un 30% más bajo, claramente los consumidores no están tan optimistas. Por otro lado, las expectativas de inflación están bajando rápidamente: las expectativas a corto plazo cayeron a 4.2%, y las a largo plazo a 3.2%.
Lo más importante aquí es—aunque la confianza del consumidor esté débil, las expectativas de inflación son aún más relevantes. A los bancos centrales no les importa tanto el estado de ánimo actual, sino la percepción de las familias sobre los precios futuros. La caída en las expectativas indica una cosa: la gente empieza a creer que la presión de los precios puede controlarse. Esto le da espacio a la Reserva Federal para actuar, pudiendo controlar la inflación sin mantener tasas altas a largo plazo—lo que en la industria llaman "aterrizaje suave" es precisamente eso.
Los datos del IPC de noviembre confirman aún más esto, la desaceleración de la inflación fue más rápida de lo que esperaba el mercado. La combinación de estas dos señales envía un mensaje claro: la tendencia inflacionaria está en declive. ¿Y qué impacto tiene esto en Bitcoin? Esa será la variable que habrá que seguir de cerca en los próximos días.
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Al cierre de 2025, siguiendo la rutina habitual, el último trimestre debería ser la ventana de impulso para el mercado de criptomonedas. La historia nos dice que diciembre suele desencadenar una nueva ola alcista—Bitcoin rompe su rango de consolidación a largo plazo, invirtiendo la tendencia bajista, casi como un guion fijo para fin de año. Pero este año, parece que los guionistas han cambiado el guion. Los toros intentan una y otra vez sin poder romper posiciones clave, la volatilidad del mercado se reduce cada vez más, y los traders entran en modo de espera colectivo. Ni Bitcoin ni las altcoins dan señales claras, todos esperan un factor externo que rompa el estancamiento.
Mirando hacia la economía de EE. UU., los datos recientes revelan señales bastante interesantes. Por un lado, la presión inflacionaria realmente se está suavizando—el índice de confianza del consumidor de Michigan en diciembre subió a 52.9, mejor que en noviembre. Pero si miramos los datos de hace un año, el índice de confianza aún es casi un 30% más bajo, claramente los consumidores no están tan optimistas. Por otro lado, las expectativas de inflación están bajando rápidamente: las expectativas a corto plazo cayeron a 4.2%, y las a largo plazo a 3.2%.
Lo más importante aquí es—aunque la confianza del consumidor esté débil, las expectativas de inflación son aún más relevantes. A los bancos centrales no les importa tanto el estado de ánimo actual, sino la percepción de las familias sobre los precios futuros. La caída en las expectativas indica una cosa: la gente empieza a creer que la presión de los precios puede controlarse. Esto le da espacio a la Reserva Federal para actuar, pudiendo controlar la inflación sin mantener tasas altas a largo plazo—lo que en la industria llaman "aterrizaje suave" es precisamente eso.
Los datos del IPC de noviembre confirman aún más esto, la desaceleración de la inflación fue más rápida de lo que esperaba el mercado. La combinación de estas dos señales envía un mensaje claro: la tendencia inflacionaria está en declive. ¿Y qué impacto tiene esto en Bitcoin? Esa será la variable que habrá que seguir de cerca en los próximos días.