Esta mañana al abrir el móvil, la notificación de liquidación me despertó de golpe—"BTC ha caído por debajo de 85,000, su posición ha sido liquidada automáticamente." Mi cabeza zumbaba, ya es la tercera vez esta semana que pasa.
En el grupo todos estaban lamentándose. Old Wang compartió una captura de pantalla, su posición larga en SOL desapareció en una caída del 4%. Pero lo interesante es que Akai se mantuvo muy tranquilo. Dijo que ayer cambió un tercio de su posición a stablecoins, y con esa estrategia aguantó toda la bajada.
En ese momento entendí realmente—en un mercado en caída en cascada, cuánto hayas ganado antes no importa tanto, lo que importa es cuántas fichas te quedan para seguir luchando después de la caída.
Un analista dijo que Bitcoin podría volver a 10,000 dólares. Hace tres meses nadie lo creía. Pero ahora, cuando BTC realmente rompe soportes y las diferentes criptomonedas sangran, ese miedo se vuelve tangible. Solo que, de la historia de Akai, aprendí algo más profundo: el verdadero control del riesgo no es predecir exactamente dónde está el fondo, sino tener balas para contraatacar sin importar a qué nivel caigas.
Esa es la esencia del valor de las stablecoins en ciclos de caída—no son un refugio, sino tu reserva estratégica. No intentan predecir la dirección del mercado, solo están preparadas para todas las posibles situaciones. Cuando otros son forzados a salir por liquidaciones, tú puedes usar stablecoins para comprar en el fondo esas altcoins que fueron maltratadas.
Mirando esta tendencia, los catalizadores positivos principales ya se han cumplido: aprobación de ETF, entrada de instituciones, apoyo político... ya se usaron todas las cartas. Solo queda la lucha básica de oferta y demanda. Y en este momento, el valor de las stablecoins se vuelve aún más evidente—de una forma sencilla pero poderosa, te muestra qué es la verdadera sabiduría.
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Esta mañana al abrir el móvil, la notificación de liquidación me despertó de golpe—"BTC ha caído por debajo de 85,000, su posición ha sido liquidada automáticamente." Mi cabeza zumbaba, ya es la tercera vez esta semana que pasa.
En el grupo todos estaban lamentándose. Old Wang compartió una captura de pantalla, su posición larga en SOL desapareció en una caída del 4%. Pero lo interesante es que Akai se mantuvo muy tranquilo. Dijo que ayer cambió un tercio de su posición a stablecoins, y con esa estrategia aguantó toda la bajada.
En ese momento entendí realmente—en un mercado en caída en cascada, cuánto hayas ganado antes no importa tanto, lo que importa es cuántas fichas te quedan para seguir luchando después de la caída.
Un analista dijo que Bitcoin podría volver a 10,000 dólares. Hace tres meses nadie lo creía. Pero ahora, cuando BTC realmente rompe soportes y las diferentes criptomonedas sangran, ese miedo se vuelve tangible. Solo que, de la historia de Akai, aprendí algo más profundo: el verdadero control del riesgo no es predecir exactamente dónde está el fondo, sino tener balas para contraatacar sin importar a qué nivel caigas.
Esa es la esencia del valor de las stablecoins en ciclos de caída—no son un refugio, sino tu reserva estratégica. No intentan predecir la dirección del mercado, solo están preparadas para todas las posibles situaciones. Cuando otros son forzados a salir por liquidaciones, tú puedes usar stablecoins para comprar en el fondo esas altcoins que fueron maltratadas.
Mirando esta tendencia, los catalizadores positivos principales ya se han cumplido: aprobación de ETF, entrada de instituciones, apoyo político... ya se usaron todas las cartas. Solo queda la lucha básica de oferta y demanda. Y en este momento, el valor de las stablecoins se vuelve aún más evidente—de una forma sencilla pero poderosa, te muestra qué es la verdadera sabiduría.