A altas horas de la madrugada, en la cadena de Bitcoin se desarrolla silenciosamente una gran transferencia de fondos. Cientos de millones de dólares en BTC emergen de las carteras frías, dirigiéndose directamente a las principales plataformas de intercambio. Pero esta vez no se trata de una simple venta masiva, sino de una guerra encubierta entre viejas y nuevas fuerzas: las antiguas ballenas están liquidando sus posiciones, mientras que las instituciones de Wall Street están absorbiendo.
Durante el último mes, Bitcoin ha estado fluctuando repetidamente en el rango de 80,000 a 90,000 dólares, y los minoristas ya estaban demasiado asustados para salir. Justo en medio de este ambiente de pánico del mercado, los grandes jugadores en secreto comenzaron a moverse. Los datos en la cadena muestran que la cantidad de gigantes con más de 1000 BTC en sus manos se recuperó en noviembre, siendo la primera vez desde mayo de este año. Es decir, grandes fondos están comprando en medio del pánico a precios bajos.
Instituciones como BlackRock ya se han convertido en los nuevos representantes de las ballenas, con una participación en Bitcoin que supera las 800,000 monedas. A través del ETF, canalizan continuamente fondos del sector financiero tradicional hacia el mercado de criptomonedas, cambiando por completo las reglas del juego. En comparación, las antiguas ballenas que entraron en los primeros días están adoptando otra estrategia: aprovechar la tendencia para realizar ganancias. Datos muestran que una de estas OG ballenas recientes vendió miles de BTC.
Este tipo de rotación no suele ser algo negativo. La entrada de nuevos fondos generalmente indica que el mercado está acumulando nuevo impulso. El aumento en las grandes posiciones institucionales en sí mismo envía una señal: confían en una tendencia alcista futura. Al mismo tiempo, la reducción de las viejas ballenas también indica que los tokens se están concentrando en manos más estables. Durante estos cambios, suelen surgir nuevas oportunidades en el mercado.
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A altas horas de la madrugada, en la cadena de Bitcoin se desarrolla silenciosamente una gran transferencia de fondos. Cientos de millones de dólares en BTC emergen de las carteras frías, dirigiéndose directamente a las principales plataformas de intercambio. Pero esta vez no se trata de una simple venta masiva, sino de una guerra encubierta entre viejas y nuevas fuerzas: las antiguas ballenas están liquidando sus posiciones, mientras que las instituciones de Wall Street están absorbiendo.
Durante el último mes, Bitcoin ha estado fluctuando repetidamente en el rango de 80,000 a 90,000 dólares, y los minoristas ya estaban demasiado asustados para salir. Justo en medio de este ambiente de pánico del mercado, los grandes jugadores en secreto comenzaron a moverse. Los datos en la cadena muestran que la cantidad de gigantes con más de 1000 BTC en sus manos se recuperó en noviembre, siendo la primera vez desde mayo de este año. Es decir, grandes fondos están comprando en medio del pánico a precios bajos.
Instituciones como BlackRock ya se han convertido en los nuevos representantes de las ballenas, con una participación en Bitcoin que supera las 800,000 monedas. A través del ETF, canalizan continuamente fondos del sector financiero tradicional hacia el mercado de criptomonedas, cambiando por completo las reglas del juego. En comparación, las antiguas ballenas que entraron en los primeros días están adoptando otra estrategia: aprovechar la tendencia para realizar ganancias. Datos muestran que una de estas OG ballenas recientes vendió miles de BTC.
Este tipo de rotación no suele ser algo negativo. La entrada de nuevos fondos generalmente indica que el mercado está acumulando nuevo impulso. El aumento en las grandes posiciones institucionales en sí mismo envía una señal: confían en una tendencia alcista futura. Al mismo tiempo, la reducción de las viejas ballenas también indica que los tokens se están concentrando en manos más estables. Durante estos cambios, suelen surgir nuevas oportunidades en el mercado.