Hay un fenómeno que últimamente es muy evidente: cuando todos están pendientes de una clasificación de pares de trading, los verdaderos veteranos hacen un movimiento que parece conservador: silenciosamente dividen sus fondos principales en stablecoins. Esto no es cobardía, sino una estrategia de calma antes de la tormenta.

El mercado vuelve a estar en auge por una competencia de transacciones de gran volumen. La dinámica es sencilla: se recompensa a quienes comercian, con un pozo de premios enorme. La gente empieza a sentir la tentación, y sus dedos tiemblan al pulsar el botón de compra. Parece que la riqueza brilla justo frente a sus ojos.

Pero detrás de esta algarabía, hay una trampa que el 90% de la gente ignora y que se está ampliando: ¿estás realmente preparado para que tu capital se reduzca?

**Cuanto más fuerte sea la tentación de la competencia, mayor será el riesgo oculto**

La lógica de las competencias con grandes premios es bastante simple: los proyectos invierten dinero real para atraer volumen de transacciones y nuevos usuarios, creando un entusiasmo de mercado a corto plazo. Es una oportunidad para los primeros en llegar. ¿Y para los que solo siguen la corriente? Eso ya es otra historia.

Las reglas de la competencia en sí mismas insinúan qué debes hacer: comerciar con frecuencia, entrar y salir rápidamente, perseguir la posición en la clasificación. ¿El resultado? Los traders pierden toda gestión básica del riesgo, y las emociones combinadas con la volatilidad del mercado suelen terminar en que ganan en la clasificación pero pierden su capital.

Lo más doloroso: los pares de trading designados suelen estar profundamente ligados a un activo de referencia específico. A simple vista no parece gran cosa, pero en realidad, tus ganancias y pérdidas están completamente condicionadas por la estabilidad de esa unidad de valoración. Por eso, los traders más prudentes transfieren sus fondos a activos verdaderamente estables —como USDD, una stablecoin descentralizada— para anclar su valor en lugar de perseguir la volatilidad.