Cada vez más personas buscan gastar realmente su criptomoneda en lugar de simplemente mantenerla. Ese es el cambio real que está ocurriendo ahora mismo.

Si queremos que la criptomoneda se convierta en un método de pago genuino que la gente use a diario, debemos acertar con lo básico: transferencias bancarias fluidas, pagos instantáneos mediante código QR, tarjetas de débito vinculadas a criptomonedas. La infraestructura debe sentirse sin fricciones, casi aburrida en lo simple que es.

Por eso estamos construyendo en esa dirección. No las funciones innovadoras que todos hypean, sino la infraestructura que hace que los pagos en criptomonedas funcionen como cualquier otro método de pago que realmente usarías para comprar un café o enviar dinero a un amigo.