Anoche, la subida de tipos en Japón se confirmó, y como muchos otros, yo también puse una orden de compra en los 81,000 dólares. Pensando si podría pillar una ganga, ¿y qué pasó? La noche pasó, el mercado no mostró ninguna fluctuación, y la orden quedó en el olvido.

Una calma extraña que en realidad genera más inquietud.

Esto no es una señal de seguridad, sino que indica que los fondos inteligentes ya han hecho sus movimientos con antelación. Todo el pánico, todas las expectativas valoradas por el mercado, se están digiriendo silenciosamente en esta calma inquietante. Lo que realmente me asusta no es una caída repentina, sino otro tipo de riesgo: ese riesgo lento, silencioso, que va impregnando todo. El U que tengo en mano aún no se ha convertido en efectivo, pero su poder adquisitivo se está erosionando de manera invisible. Cuando el nivel macro se vuelve impredecible, ¿será que la "regla" que usamos para medir el valor de los activos todavía es confiable?

Las stablecoins se anuncian como un refugio en el mercado cripto, un punto de referencia en medio de las turbulencias. Pero la realidad es que, en última instancia, la "estabilidad" de estos U todavía se basa en la confianza en el sistema bancario tradicional, en las políticas de los bancos centrales y en las instituciones centralizadas. La subida de tipos en Japón, los ajustes en las políticas de los bancos centrales globales, estas ondas de impacto se transmiten indirectamente a través de cadenas financieras complejas, afectando la liquidez y la fiabilidad real de los activos respaldados.

Lo que consideramos un puerto seguro, quizás también esté en movimiento.