Al ver cómo los números en la cuenta caían desde un 220% de ganancia, esa sensación realmente es incómoda. Originalmente tenía la oportunidad de salir indemne, pero justo quería aprovechar otra ola, pensando que podía ganar aún un 180% más. ¿Y el resultado? Una ola me llevó directamente, el mercado se desplomó, y todo se perdió.

La verdad, no es la primera vez que aprendo esta lección. Cuanto más te acercas al río, más probabilidades tienes de mojarte los zapatos; cuanto más caminas de noche, más probabilidades tienes de encontrarte con fantasmas. Siempre me digo que debo saber cuándo es momento de detenerse, pero cuando llega la tendencia, solo pienso en si puedo comer un bocado más. ¿Visión de futuro? No, eso se llama avaricia.

Esta vez realmente me han golpeado duro. $LIGHT es muy doloroso para mí en esta ola. Desde no salir cuando debía, hasta ser obligado a vender en pérdida, todo el proceso parece repetir los mismos errores. No puedo cambiar este hábito, realmente me lo merezco. Lo más importante es que cada vez que pierdo dinero, entiendo la importancia de tomar ganancias, pero cuando llega la próxima tendencia, estos aprendizajes se olvidan por completo.

En fin, esta vez he aprendido la lección. Ese 180% que la avaricia me comió, tuvo un precio demasiado alto.