GM, estaba estudiando lo que ha estado sucediendo en Japón desde que comenzaron a subir sus tasas de interés.
La situación de Japón ya no se trata de inflación. Se trata de credibilidad.
Los rendimientos están subiendo, el banco central está atrapado y la moneda sigue debilitándose de todos modos. Esa combinación indica que los mercados ya no creen que la política pueda controlar el resultado. Cuando los rendimientos a largo plazo suben mientras la moneda cae, señala una tensión estructural de la deuda, no un ciclo temporal.
La primera reacción siempre es defensiva. El capital se mueve hacia la opción menos frágil, que hoy es el dólar estadounidense. Eso no es una votación de confianza. Es una operación de seguridad relativa mientras los inversores reevaluan el riesgo en los balances soberanos.
Aquí es donde entra en juego Bitcoin, pero no de inmediato. Primero viene la tensión en la moneda. Luego viene la distorsión de la política, la supresión de rendimientos y la represión financiera. Solo después de eso, el capital busca activos que no estén ligados a las obligaciones de ningún gobierno.
Japón es simplemente la señal temprana. Una vez que los mercados aceptan que los sistemas con alta deuda no pueden salir sin devaluar su moneda, Bitcoin deja de ser un activo especulativo y comienza a valorarse como una cobertura contra la decadencia soberana.
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GM, estaba estudiando lo que ha estado sucediendo en Japón desde que comenzaron a subir sus tasas de interés.
La situación de Japón ya no se trata de inflación. Se trata de credibilidad.
Los rendimientos están subiendo, el banco central está atrapado y la moneda sigue debilitándose de todos modos. Esa combinación indica que los mercados ya no creen que la política pueda controlar el resultado. Cuando los rendimientos a largo plazo suben mientras la moneda cae, señala una tensión estructural de la deuda, no un ciclo temporal.
La primera reacción siempre es defensiva. El capital se mueve hacia la opción menos frágil, que hoy es el dólar estadounidense. Eso no es una votación de confianza. Es una operación de seguridad relativa mientras los inversores reevaluan el riesgo en los balances soberanos.
Aquí es donde entra en juego Bitcoin, pero no de inmediato. Primero viene la tensión en la moneda. Luego viene la distorsión de la política, la supresión de rendimientos y la represión financiera. Solo después de eso, el capital busca activos que no estén ligados a las obligaciones de ningún gobierno.
Japón es simplemente la señal temprana. Una vez que los mercados aceptan que los sistemas con alta deuda no pueden salir sin devaluar su moneda, Bitcoin deja de ser un activo especulativo y comienza a valorarse como una cobertura contra la decadencia soberana.