Imagina, ¿cuánto mejoraría nuestra experiencia de uso si la capa de autenticación realmente se integrara en el ecosistema Web3?

Los primeros escenarios que vienen a la mente son: una certificación KYC única, tarjetas y cuentas bancarias digitales universales. Ya no sería necesario volver a subir el DNI, pasaporte o extractos bancarios solo para abrir una nueva cuenta. Ahora, cada plataforma requiere pasar por el mismo proceso, lo que no solo desperdicia tiempo, sino que también dispersa datos privados por todas partes.

Si pudiéramos gestionar todo a través de una capa de identidad unificada, con una sola verificación y acceso en múltiples lugares, ¿cuánto mejoraría la experiencia del usuario? Especialmente para quienes cambian frecuentemente entre neobancos y exchanges, esto sería una necesidad absoluta. Esta interoperabilidad de identidad entre plataformas es precisamente el problema central que la infraestructura Web3 debe resolver.