El mercado está lleno de temor, algunos venden en pánico y huyen, mientras otros preparan sus movimientos en secreto. Como inversor que ha atravesado múltiples ciclos, quiero decir que la corrección actual en realidad es un guion típico del mercado alcista a medio plazo, lejos de ser una señal de fin de tendencia.
Las escenas de las últimas semanas las hemos visto: Bitcoin luchando en torno a los 90,000 dólares, y el índice de miedo y avaricia cayendo a niveles extremos de 25 en la zona de miedo. Los minoristas al ver estos números, inevitablemente se sienten nerviosos. Pero precisamente ese es el momento en el que los que realmente entienden el mercado deben estar más alerta. Al fin y al cabo, el mercado suele preparar una recuperación en los momentos de mayor desesperación.
**¿Por qué digo que todavía hay esperanza en esta tendencia? Lo analizo desde varios ángulos**
El primero es la liquidez macroeconómica. Aunque la Reserva Federal envió señales duras en su reunión de diciembre del año pasado, hay un detalle que se pasa por alto: ya están impulsando el plan de "gestión de reservas y compras", inyectando 400 millones de dólares al mes en el mercado. Además, la cuenta general del Tesoro aún mantiene un saldo de 9.400 millones de dólares. ¿Qué tan fuerte será la ola de liquidez cuando ese dinero vuelva a fluir? La experiencia histórica nos dice que los puntos de inflexión de la liquidez suelen preceder a grandes rebotes en el mercado de criptomonedas, y este mecanismo acaba de ponerse en marcha.
El segundo es la acción real de las instituciones. El ETF de Bitcoin de BlackRock se ha convertido en uno de sus cinco productos con mayores ingresos por tarifas — ¿puede un producto que lleva un año y medio en el mercado lograr esto? No es casualidad. Las últimas encuestas muestran que el 83% de los inversores institucionales planean ampliar su asignación en criptoactivos para 2025. Esto no es para hacer turismo, sino para asentarse de manera definitiva.
Estos "dinero inteligente" están pasando de la periferia al centro. No son los minoristas que compran en alza y venden en baja, sino fondos que invierten con dinero real a largo plazo. Cuando las instituciones toman el protagonismo del mercado, la volatilidad tiende a prolongarse y suavizarse.
**El pánico a corto plazo en realidad es una oportunidad para la planificación a largo plazo**
Veo a mucha gente salir en estos momentos, pero mi lógica es simple: la liquidez mejora, las instituciones aumentan sus inversiones, y todo esto es un soporte sólido para que el mercado continúe en tendencia alcista. Cuando el sentimiento del mercado llega a niveles extremos de miedo, suele ser el momento en que los que tienen paciencia y mantienen sus posiciones sonríen.
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NotFinancialAdvice
· hace23h
La carne sacrificada es realmente injusta, en este momento si se retrocede la próxima subida será de otros
Espera, ¿dices que el ETF de BlackRock en un año y medio ya está en el top 5? Eso es un poco duro, significa que las instituciones realmente están subiendo silenciosamente
El índice de miedo está en 25, yo no tengo tanto miedo, el problema es que hay que tener balas jajaja
El punto de inflexión en la liquidez, el aumento de las instituciones, estas lógicas suenan realmente sólidas, pero lo clave es si puedes aguantar o no
Miedo extremo = oportunidad extrema, no hay duda, pero ¿cuántos pueden seguir sonriendo cuando su dinero realmente se reduce?
El mercado está lleno de temor, algunos venden en pánico y huyen, mientras otros preparan sus movimientos en secreto. Como inversor que ha atravesado múltiples ciclos, quiero decir que la corrección actual en realidad es un guion típico del mercado alcista a medio plazo, lejos de ser una señal de fin de tendencia.
Las escenas de las últimas semanas las hemos visto: Bitcoin luchando en torno a los 90,000 dólares, y el índice de miedo y avaricia cayendo a niveles extremos de 25 en la zona de miedo. Los minoristas al ver estos números, inevitablemente se sienten nerviosos. Pero precisamente ese es el momento en el que los que realmente entienden el mercado deben estar más alerta. Al fin y al cabo, el mercado suele preparar una recuperación en los momentos de mayor desesperación.
**¿Por qué digo que todavía hay esperanza en esta tendencia? Lo analizo desde varios ángulos**
El primero es la liquidez macroeconómica. Aunque la Reserva Federal envió señales duras en su reunión de diciembre del año pasado, hay un detalle que se pasa por alto: ya están impulsando el plan de "gestión de reservas y compras", inyectando 400 millones de dólares al mes en el mercado. Además, la cuenta general del Tesoro aún mantiene un saldo de 9.400 millones de dólares. ¿Qué tan fuerte será la ola de liquidez cuando ese dinero vuelva a fluir? La experiencia histórica nos dice que los puntos de inflexión de la liquidez suelen preceder a grandes rebotes en el mercado de criptomonedas, y este mecanismo acaba de ponerse en marcha.
El segundo es la acción real de las instituciones. El ETF de Bitcoin de BlackRock se ha convertido en uno de sus cinco productos con mayores ingresos por tarifas — ¿puede un producto que lleva un año y medio en el mercado lograr esto? No es casualidad. Las últimas encuestas muestran que el 83% de los inversores institucionales planean ampliar su asignación en criptoactivos para 2025. Esto no es para hacer turismo, sino para asentarse de manera definitiva.
Estos "dinero inteligente" están pasando de la periferia al centro. No son los minoristas que compran en alza y venden en baja, sino fondos que invierten con dinero real a largo plazo. Cuando las instituciones toman el protagonismo del mercado, la volatilidad tiende a prolongarse y suavizarse.
**El pánico a corto plazo en realidad es una oportunidad para la planificación a largo plazo**
Veo a mucha gente salir en estos momentos, pero mi lógica es simple: la liquidez mejora, las instituciones aumentan sus inversiones, y todo esto es un soporte sólido para que el mercado continúe en tendencia alcista. Cuando el sentimiento del mercado llega a niveles extremos de miedo, suele ser el momento en que los que tienen paciencia y mantienen sus posiciones sonríen.