A las tres de la madrugada, en Tokio. Cuando el Banco de Japón pulsó ese botón sellado durante 17 años, comenzó la cuenta atrás para el fin de una era.

En los últimos veinte años, una "fiesta de arbitraje" a nivel global ha estado en marcha: tomar prestados yenes a casi cero coste, cambiarlos por dólares, euros, y luego buscar ganancias en todas partes — acciones estadounidenses, bonos, Bitcoin, Ethereum, donde haya más rentabilidad. Este sistema de "arbitraje en yenes" se convirtió en la mano invisible detrás del último ciclo alcista en criptomonedas. Y ahora, esa mano se está soltando.

¿Y por qué ahora exactamente suben los tipos? En pocas palabras: Japón ya no puede aguantar más. El espectro de la deflación, que ha dominado durante más de treinta años, finalmente se está disipando, y los precios empiezan a subir. Para mantener la confianza en el yen y detener la fuga de capitales, el Banco de Japón no tiene otra opción: cortar esa "lluvia de dinero barato" que fluye hacia el mundo.

Para el mercado de criptomonedas, esto no es solo un impacto negativo a corto plazo. ¿Qué significa? Esa corriente de yenes que alguna vez impulsó la subida de todo tipo de activos se está agotando lentamente. El mercado pasará de esa fiesta de liquidez de "el agua sube con el barco" a un escenario de "juego de saldo" o incluso "reducción de volumen y lucha".

Cuando la marea baja, ¿tu barco es lo suficientemente fuerte?