Ayer, los contratos de Jake Paul se negociaban a 7 centavos, y muchos traders pensaron de inmediato que habían encontrado una oportunidad garantizada de 10x. Sin embargo, aquí está el asunto: siempre hay una razón por la cual algo se negocia tan barato. Los precios bajos no equivalen a altas probabilidades de ganar. A veces reflejan un riesgo real, fundamentos débiles o malas condiciones de mercado. La brecha entre el valor percibido y el valor real es enorme en cripto. ¿Esas compras de 7 centavos? Eso fue esencialmente un test de IQ. Los que se quemaron ya saben por qué esos contratos baratos se mantuvieron baratos. Tómalo como una lección: buscar gangas en mercados volátiles requiere más que solo detectar un precio bajo. Buena suerte allá afuera.