Después de tanto esfuerzo recolectando evidencia, denuncié a esos RATS que manipulan el mercado interno. Mientras esperaba noticias, pensaba que podría recuperar algo, ¿y el resultado? La denuncia fue exitosa, pero me sentí más atormentado. Porque en ese momento, todos esos recuerdos de años de ser tomado por tonto afloraron: esas pérdidas que no se podían comprobar, esas operaciones que fueron repetidamente negativas, esos beneficios que debían ser míos. Esta victoria no trajo ni un poco de alegría, sino que parecía haber destapado una herida sellada. A veces, la defensa de los derechos de los inversores minoristas es tan irónica; se gana una ronda, pero no se puede sanar el alma herida.
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SignatureCollector
· hace8h
Ganar en realidad duele, esto es ridículo. Las pérdidas de esos años no se pueden recuperar de ninguna manera, para ser sincero, es un poco incierto.
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RuntimeError
· hace8h
Ganar también es vacío, ese dinero que tomaron a la gente por tonta no volverá, y no puedo superar esa carga en mi corazón.
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TokenomicsPolice
· hace8h
Ganar el caso me hizo sentir peor, realmente es una sensación increíble... de repente recuerdo todas las pérdidas de esos años.
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RamenDeFiSurvivor
· hace8h
Ganar el juicio resulta ser más doloroso, esta sensación es realmente increíble... de repente recuerdo todas las pérdidas de esos años.
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TestnetNomad
· hace8h
Ganar en realidad duele más, ¿no es esto un efecto secundario de ser engañados...
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YieldFarmRefugee
· hace9h
Ganar el juicio me duele más por dentro, esa sensación es increíble... es como haber reventado un absceso, duele de verdad.
Después de tanto esfuerzo recolectando evidencia, denuncié a esos RATS que manipulan el mercado interno. Mientras esperaba noticias, pensaba que podría recuperar algo, ¿y el resultado? La denuncia fue exitosa, pero me sentí más atormentado. Porque en ese momento, todos esos recuerdos de años de ser tomado por tonto afloraron: esas pérdidas que no se podían comprobar, esas operaciones que fueron repetidamente negativas, esos beneficios que debían ser míos. Esta victoria no trajo ni un poco de alegría, sino que parecía haber destapado una herida sellada. A veces, la defensa de los derechos de los inversores minoristas es tan irónica; se gana una ronda, pero no se puede sanar el alma herida.