El gobierno de Trump acaba de anunciar con bombos y platillos la venta de armas a Taiwán por un valor de 11.1 mil millones de dólares, estableciendo un récord histórico, y de inmediato se vio sorprendido por la respuesta de China: en menos de 24 horas, China canceló directamente un pedido de 132,000 toneladas de trigo blanco estadounidense, que representa la mayor transacción de trigo entre China y Estados Unidos para 2025.

Esta vez, Estados Unidos no está vendiendo armas ordinarias, sino 82 sistemas de ataque de largo alcance "HIMARS", 420 misiles tácticos del ejército y 60 obuses autopropulsados M109A7, todos equipos ofensivos capaces de cubrir el estrecho de Taiwán. Aunque dicen que ayudan a Taiwán a "defenderse", en realidad están violando el principio de una sola China, interviniendo de manera grosera en los asuntos internos de China y quieren convertir a Taiwán en una "isla erizo". Sin embargo, las autoridades de Taiwán se muestran obsequiosas y agradecidas, e incluso Lai Ching-te presentó un "presupuesto especial" de 40,000 millones de dólares como "cuota de protección", utilizando el dinero duramente ganado por el pueblo taiwanés para comprar la llamada "seguridad". Sin embargo, el Pentágono ha admitido en secreto que el Ejército Popular de Liberación podría destruir estas armas antes de que lleguen a Taiwán, y Estados Unidos no puede proteger a Taiwán en absoluto.

Trump se atreve a hacer esto, tiene sus cuentas claras: las elecciones de medio término de 2026 se acercan, y los votos de los estados agrícolas son clave. Al mismo tiempo, el Congreso acaba de aprobar un presupuesto de defensa de 901 mil millones de dólares; las ventas de armas no solo generan ganancias para los gigantes de la industria militar, sino que también le ayudan a ganar votos y cubrir sus déficits. Pero no se imaginaba que la respuesta de China sería rápida y precisa, y que ya estaba preparada. Ahora, los canales de importación de productos agrícolas de China ya están diversificados; en 2024, la participación de la soja estadounidense en las importaciones de China cayó del 40% al 22.8%, y el transporte de granos desde Brasil es 15 días más rápido que desde Estados Unidos. Además, la tasa de autosuficiencia de los productos agrícolas nacionales ha aumentado considerablemente, por lo que no temen un desabastecimiento de productos agrícolas estadounidenses.

Esto es solo el comienzo. Las nuevas regulaciones de control de tierras raras que entrarán en vigor el 1 de diciembre ya están en marcha. La exportación de tierras raras para uso militar está directamente prohibida, y las empresas militares estadounidenses que producen materiales clave para el "HIMARS" se han quedado sin suministros, lo que afecta significativamente el progreso de producción. China ya ha construido un sistema de contraataque integral, desde el comercio hasta la tecnología, desde la diplomacia hasta lo militar. Siempre que Estados Unidos y Taiwán se atrevan a provocarnos, hay muchos medios para contraatacar.

La cuestión de Taiwán es el núcleo de los intereses centrales de China, es una línea roja que no se puede tocar. Trump intenta beneficiarse de "usar a Taiwán para contener a China", lo cual es un error de cálculo. La unificación es la tendencia histórica y el deseo del pueblo, cualquier interferencia externa y acto de separación de "independencia de Taiwán" solo terminará por quemarse a sí mismo. La determinación y capacidad del gobierno y el pueblo chinos para defender la soberanía nacional y la integridad territorial no deben ser subestimadas por nadie; si EE. UU. y Taiwán se atreven a coludirse nuevamente, solo recibirán una respuesta más severa.