El despliegue de GPU está destinado a experimentar una expansión masiva en la próxima década. Según las últimas proyecciones de Brookfield, la base instalada global de procesadores gráficos subirá drásticamente de aproximadamente 7 millones de unidades en 2024 a casi 45 millones de unidades para 2034, lo que representa un crecimiento de aproximadamente siete veces. Esta trayectoria refleja una demanda creciente en centros de datos, computación de IA e infraestructura blockchain. Los principales actores de semiconductores, incluyendo Nvidia, AMD y Broadcom, están posicionados para captar oportunidades significativas de esta proliferación de hardware, ya que las empresas y los operadores de infraestructura amplían su capacidad computacional para satisfacer las demandas de carga de trabajo emergentes.