El mercado apenas se había adaptado a tres recortes consecutivos de tasas, y los halcones ya vienen a causar problemas.

El 22 de diciembre, la presidenta de la Reserva Federal de Cleveland, Beth Hammack, hizo una declaración contundente: no es necesario ajustar las tasas de interés en los próximos meses, al menos se mantendrán congeladas hasta la primavera del próximo año.

Hay un detalle clave: ella no entrará oficialmente en el comité de votación del FOMC hasta el próximo año. No se trata de "comentarios personales", sino de dar un aviso anticipado y poner a prueba el consenso interno.

**¿Por qué esta frase de ella debe ser tomada en serio por el mercado?**

La identidad de Beth Hammack no es sencilla: presidenta de la Reserva Federal de Cleveland (uno de los núcleos regionales de la Reserva Federal), miembro votante del FOMC el próximo año, y se opone públicamente a las tres rebajas de tasas acumulativas del 0.75% recientes. Lo que dice no es "personalmente no estoy de acuerdo", sino que está enviando una señal: la reducción de tasas no debería avanzarse tan rápidamente.

**¿Qué es lo que realmente le preocupa?**

No es empleo, sino inflación. Este es el punto de inflexión de toda la lógica.

La preocupación de Beth por la inflación ha superado claramente la inquietud sobre la debilidad del mercado laboral. En otras palabras: el empleo puede repararse lentamente, pero si la inflación se descontrola, la Reserva Federal tendrá que asumir la culpa.

Lo más llamativo es que ella mencionó la variable "invisible" del mercado: **aranceles**. Ella señaló claramente que la Reserva Federal podrá tomar más acciones una vez que el impacto de los aranceles en la cadena de suministro haya sido completamente digerido. Esta ventana de tiempo reservada apunta exactamente a la primavera del próximo año.