En la ola de tokenización de activos on-chain, el crecimiento en el ámbito de los bonos del Tesoro de EE. UU. es el más exagerado. En menos de dos años, el tamaño total de los bonos del Tesoro de EE. UU. tokenizados ha pasado de 200 millones de dólares a cerca de 7 mil millones de dólares, multiplicándose por 50.

¿De dónde viene este entusiasmo? En pocas palabras, los inversores institucionales han comenzado a ver realmente con buenos ojos la posibilidad de obtener ingresos estables en la cadena.

El que lidera esta tendencia es el fondo BUIDL de BlackRock, que actualmente gestiona activos cercanos a 2000 millones de dólares. Este producto invierte en efectivo en dólares estadounidenses, bonos del gobierno a corto plazo y acuerdos de recompra, permitiéndote obtener ingresos de manera continua mientras sostienes tokens on-chain, lo que suena muy atractivo para los fondos institucionales.

Además de BUIDL, hay muchos productos de moda en el mercado. El gigante de las stablecoins Circle lanzó USYC, Superstate presentó USTB, y Ondo Finance no se quedó atrás al emitir OUSG. Detrás de la proliferación de productos se refleja que esta pista está evolucionando de un tema nicho a una nueva opción de asignación de activos para instituciones. Los instrumentos de deuda respaldados por el crédito gubernamental están acelerando su migración al ecosistema on-chain, y esta tendencia apenas está comenzando.