Hoy el mercado ha sido especialmente difícil. Por la mañana, todavía había indicios de que los tres grandes índices estaban en rojo, pero en la tarde, tras una subida y posterior caída, el mercado perdió completamente el rumbo—las pequeñas y medianas empresas se volvieron instantáneamente verdes, y a las 14:20 el índice de Shanghai también empezó a acelerarse en su caída. Aunque las caídas no parecen ser grandes, el daño no es menor, especialmente para los inversores minoristas que compraron en alza, que probablemente en este momento se sienten llenos de impotencia.

Por suerte, alrededor de las 14:40, el índice de Shanghai se recuperó desde su mínimo, cerrando con una subida de 1 punto, y sumando a su rendimiento del lunes, esto ya son 9 días consecutivos en alza. Suena impresionante, pero para ser honestos, no es tan convincente como cerrar con unas cuantas velas en negro. Esa sensación de que las velas alcistas presionan sobre la cabeza, como una espada suspendida, es realmente inquietante.

Según los datos, aproximadamente el 36% de las acciones en el mercado cerraron en verde, lo que representa algo más de un tercio. El volumen de negociación se redujo a 23.4 mil millones, y la salida neta de fondos alcanzó los 89.2 mil millones. ¿Qué indican estos números? La mayoría de los inversores minoristas en el mercado hoy están en pérdidas.

En cuanto a los sectores, la situación tampoco es optimista. Los sectores populares como semiconductores y chips han retrocedido y se han puesto en verde, y aquellos que compraron en la mañana quedaron atrapados. Cuando hay una rebote, estos inversores minoristas se apresuran a comprar en el fondo y a salir rápidamente, convirtiéndose en una fuerza que presiona el mercado a la baja. El petróleo subió más del 2% impulsado por factores geopolíticos, y el sector bancario también subió con fuerza un 0.55%, pero esta pequeña recuperación no logra llenar el vacío dejado por la caída general del mercado.