19 de diciembre, la decisión de política de tasas de interés del Banco de Japón ha sido muy observada. El mercado en general apuesta a que el banco central aumentará la tasa de referencia hasta el 0.75%, alcanzando un máximo en 30 años, lo que también marcará un punto de inflexión clave en el flujo de activos.
“El aumento de tasas ya está descontado”, el enfoque se traslada a las directrices futuras
Desde el análisis técnico, el objetivo de tasa del 0.75% ya ha sido plenamente asimilado por el mercado, y la verdadera incertidumbre radica en las declaraciones del gobernador Ueda sobre la trayectoria de la política. La cuestión central para los inversores es: ¿el Banco de Japón revisará al alza su estimación de la tasa neutral?
Actualmente, la expectativa consensuada del mercado es que el límite inferior de la tasa neutral podría subir desde el 1.0%, lo que afectará directamente la percepción de los inversores sobre la tasa terminal. Según los precios del mercado, se espera que la tasa de política japonesa alcance el 1.0% antes de septiembre de 2026. Sin embargo, Nomura Securities considera que esta expectativa podría ser demasiado optimista, y existe un riesgo de sobreestimación en la percepción actual del tono hawkish del banco central.
Operaciones de carry trade o el “efecto mariposa”, pero con riesgos limitados
La consecuencia más directa del aumento de tasas es el cambio en las mareas de las operaciones de arbitraje USD/JPY. Cuando se cierran estas posiciones de gran volumen transfronterizo, se desencadena una reacción en cadena: las acciones estadounidenses, Bitcoin y otros activos de alto riesgo podrían experimentar presiones de venta, y las monedas regionales como el peso filipino frente al dólar también se verían afectadas.
El ejemplo previo ocurrió en julio de 2024. Cuando el Banco de Japón anunció inesperadamente un aumento de tasas a 0.25%, se produjeron cierres masivos de carry trade, y el yen se apreció significativamente en corto plazo, provocando caídas sincronizadas en las acciones estadounidenses y Bitcoin.
Pero se espera que el impacto de esta ronda de aumento de tasas sea mucho más moderado. Por un lado, el mercado ya ha descontado en gran medida los fundamentos de este aumento; por otro, las políticas de apoyo fiscal a gran escala implementadas por el gobierno japonés siguen frenando una apreciación excesiva del yen. Estos dos factores en conjunto limitan la perturbación en los mercados globales.
Diferencias en las expectativas de diferencial de tasas entre EE. UU. y Japón: ¿“Hawkish” o “Dovish”?
Las instituciones financieras como Bank of America y Nomura Securities tienen opiniones divergentes sobre la tendencia del yen.
Bank of America tiene una visión más dovish: asumiendo que el banco central envía señales de política relativamente moderadas, el USD/JPY podría acercarse a los 160 a principios del próximo año y mantenerse en niveles relativamente altos durante todo el año. La institución proyecta los precios objetivos para 2026 en 160 (primer trimestre), 158 (segundo), 156 (tercero) y 155 (cuarto).
Por otro lado, Nomura Securities ve un potencial de apreciación del yen: señalan que la depreciación del yen está generando problemas políticos internos, y además, la reducción del diferencial de tasas entre EE. UU. y Japón está disminuyendo el atractivo del carry trade. Su pronóstico es que el USD/JPY seguirá una tendencia descendente escalonada en 2026, en niveles de 155 (primer trimestre) → 150 (segundo) → 145 (tercero) → 140 (cuarto), lo que está claramente 15 puntos porcentuales por debajo de la previsión de Bank of America.
La raíz de esta diferencia radica en las distintas interpretaciones sobre el tono de la política del banco central: Bank of America tiende a una lectura dovish, mientras que Nomura prevé una política que gradualmente regresará de una postura acomodaticia a una neutralidad.
Consejo de inversión: esperar señales claras de política
La clave de la reunión del banco central este mes no está en el aumento de tasas en sí, sino en cómo Ueda y su equipo describen la trayectoria futura de las tasas. Cuanto mayor sea la divergencia en las interpretaciones, mayor será el espacio para la comunicación de la política y, en consecuencia, mayor será la elasticidad de la reacción del mercado. Para los inversores que siguen el USD/JPY y activos relacionados con carry trade, actualmente se encuentran en una fase de “tormenta en el horizonte”.
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Próxima decisión del Banco de Japón en diciembre: después de la subida de tipos, ¿quién dominará el mercado de divisas?
19 de diciembre, la decisión de política de tasas de interés del Banco de Japón ha sido muy observada. El mercado en general apuesta a que el banco central aumentará la tasa de referencia hasta el 0.75%, alcanzando un máximo en 30 años, lo que también marcará un punto de inflexión clave en el flujo de activos.
“El aumento de tasas ya está descontado”, el enfoque se traslada a las directrices futuras
Desde el análisis técnico, el objetivo de tasa del 0.75% ya ha sido plenamente asimilado por el mercado, y la verdadera incertidumbre radica en las declaraciones del gobernador Ueda sobre la trayectoria de la política. La cuestión central para los inversores es: ¿el Banco de Japón revisará al alza su estimación de la tasa neutral?
Actualmente, la expectativa consensuada del mercado es que el límite inferior de la tasa neutral podría subir desde el 1.0%, lo que afectará directamente la percepción de los inversores sobre la tasa terminal. Según los precios del mercado, se espera que la tasa de política japonesa alcance el 1.0% antes de septiembre de 2026. Sin embargo, Nomura Securities considera que esta expectativa podría ser demasiado optimista, y existe un riesgo de sobreestimación en la percepción actual del tono hawkish del banco central.
Operaciones de carry trade o el “efecto mariposa”, pero con riesgos limitados
La consecuencia más directa del aumento de tasas es el cambio en las mareas de las operaciones de arbitraje USD/JPY. Cuando se cierran estas posiciones de gran volumen transfronterizo, se desencadena una reacción en cadena: las acciones estadounidenses, Bitcoin y otros activos de alto riesgo podrían experimentar presiones de venta, y las monedas regionales como el peso filipino frente al dólar también se verían afectadas.
El ejemplo previo ocurrió en julio de 2024. Cuando el Banco de Japón anunció inesperadamente un aumento de tasas a 0.25%, se produjeron cierres masivos de carry trade, y el yen se apreció significativamente en corto plazo, provocando caídas sincronizadas en las acciones estadounidenses y Bitcoin.
Pero se espera que el impacto de esta ronda de aumento de tasas sea mucho más moderado. Por un lado, el mercado ya ha descontado en gran medida los fundamentos de este aumento; por otro, las políticas de apoyo fiscal a gran escala implementadas por el gobierno japonés siguen frenando una apreciación excesiva del yen. Estos dos factores en conjunto limitan la perturbación en los mercados globales.
Diferencias en las expectativas de diferencial de tasas entre EE. UU. y Japón: ¿“Hawkish” o “Dovish”?
Las instituciones financieras como Bank of America y Nomura Securities tienen opiniones divergentes sobre la tendencia del yen.
Bank of America tiene una visión más dovish: asumiendo que el banco central envía señales de política relativamente moderadas, el USD/JPY podría acercarse a los 160 a principios del próximo año y mantenerse en niveles relativamente altos durante todo el año. La institución proyecta los precios objetivos para 2026 en 160 (primer trimestre), 158 (segundo), 156 (tercero) y 155 (cuarto).
Por otro lado, Nomura Securities ve un potencial de apreciación del yen: señalan que la depreciación del yen está generando problemas políticos internos, y además, la reducción del diferencial de tasas entre EE. UU. y Japón está disminuyendo el atractivo del carry trade. Su pronóstico es que el USD/JPY seguirá una tendencia descendente escalonada en 2026, en niveles de 155 (primer trimestre) → 150 (segundo) → 145 (tercero) → 140 (cuarto), lo que está claramente 15 puntos porcentuales por debajo de la previsión de Bank of America.
La raíz de esta diferencia radica en las distintas interpretaciones sobre el tono de la política del banco central: Bank of America tiende a una lectura dovish, mientras que Nomura prevé una política que gradualmente regresará de una postura acomodaticia a una neutralidad.
Consejo de inversión: esperar señales claras de política
La clave de la reunión del banco central este mes no está en el aumento de tasas en sí, sino en cómo Ueda y su equipo describen la trayectoria futura de las tasas. Cuanto mayor sea la divergencia en las interpretaciones, mayor será el espacio para la comunicación de la política y, en consecuencia, mayor será la elasticidad de la reacción del mercado. Para los inversores que siguen el USD/JPY y activos relacionados con carry trade, actualmente se encuentran en una fase de “tormenta en el horizonte”.