Muchos proyectos de tokens existen en esencia para engañar a los inversores minoristas. Imagínate si realmente hubiera un mecanismo completo de protección para los inversores, estos proyectos ni siquiera durarían mucho. Ahora, estos desarrolladores de proyectos están aún peor—ni siquiera se molestan en fingir. Mira a esas personas que promocionan en podcasts, sus miradas están perdidas, ni siquiera se atreven a mirar a los ojos del presentador. Esta actitud de culpa en sí misma revela el problema. Lo que falta en el mercado no son proyectos, sino un nivel básico de honestidad.